Hay canciones, como hay artistas, que se quedan para toda la vida.
Repertorios que trascienden generaciones con residencia en la eternidad.
Danny Rivera es uno de esos privilegiados que pueden darse el lujo de pasearse por sus canciones durante dos horas y, al final, provocar el solicitado “come back”.
Las noches de viernes y sábado del pasado fin de semana los presentes en la sala Máximo Avilés Blonda de Bellas Artes se embriagaron de nostalgia, amor y expresión de gratitud por los recuerdos despertados por el cantante puertorriqueño nacionalizado dominicano.
A través del concierto “Para toda la vida”, bajo la producción del maestro Amaury Sánchez, Rivera convidó a los presentes a entrar a la sala de su casa, recreada con un bar con butacas y sofá donde sentó a parejas que atendieron su llamado a compartir una copa de vino mientras interpretaba sus canciones.
Con “Mujer abre tu ventana” inició su recorrido, bajó del escenario, se confundió con el público, saludó, abrazó, se hizo el infaltable “selfie” y retornó al escenario.
“Los invitó a escuchar esos sonidos maravillosos que entran al corazón, provocan encuentros, de parejas, desencuentros, peleas, divorcios, entrega, erotismo, pero sobre todo, vida, esperamos que esto sea para toda la vida. Bienvenidos, buenas noches”, fueron las palabras de Rivera como introducción a una noche memorable.
Al interpretar “Acuérdate de abril” quedó demostrado que el paso de los años no han menguado la fuerza interpretativa de este artista que el pasado 27 de febrero cumplió 71 años de edad y se mantiene tan jovial como cuando en 1968 hizo su debut discográfico con “Amor, amor”.
“Hay cosas difíciles de explicar, principalmente las cosas del amor, porque el amor es un sentimiento que se siente, que se lleva dentro y se expresa y al tratar de explicarlo, al menos que se dé una historia como ésta, entonces se explica por sí mismo”, introdujo “Amar o morir”.
Gritos, aplausos, fueron la antesala de esta canción que el público le arrebató y él muy complacido se alejó del micrófono. Regresó para pedir “cantemos a los damnificados de Puerto Plata”, motivando una ovación.
Retomó su repertorio y agradeció a “Los carabineros del amor”, nombre con el que Amaury bautizó a la banda de músicos integrada por los estelares Guarionex Aquino, Sandy Gabriel, Federico Méndez y Ezequiel Francisco.
Con ellos, copa en manos cada uno, brindó por la vida, por el amor, la amistad y por sus talentos.
“Se supone que esta noche tenía que estar aquí una persona muy importante para mí, un gran amigo, gran ser humano, pero como dicen los muchachos músicos, yo lo aprendí con ellos, tenía un ‘picoteo’, por tanto nosotros vamos a representarlo y darle un aplauso con ésta su canción, a Cheo Zorrilla”, narró antes de interpretar “Cada vez, otra vez”.
“Gracias por todo lo vivido”, “Tú”, “Con las alas rotas”, “Ódiame”, “No hay distancia para nuestro amor”, “Tú vives en mi pensamiento”, “Mi hijo”, “Alfonsina y el mar” y “Para toda la vida” formaron parte del recorrido musical.
La noche del sábado con un enérgico y talentoso Gnómico interpretó la remozada “Por amor” y con Diomary La Mala, “Para decir adiós”. Nada que envidiarle a Eydie Gorme.
Y volvió sobre “Los hombres de rabia lloran” e intensificó su interpretación corta venas con “Tantos deseos de ella” (En un cuarto dos amantes), “Amada amante”, “Silencio”, “Amor robado” y “Madrigal”.
“La vida son obras y acciones, en estos momentos tenemos hermanos que la están pasando difícil por las lluvias. Ellos no la están pasando tan bien como nosotros, por tanto somos privilegiados. Cómo podemos nosotros, en retribución esta felicidad que nos da la vida de tener un buen techo y un lugar seguro, hacer algo por nuestros hermanos.
Piensen en ello, hay algo que podemos hacer, atrévanse a romper con la modernidad y entrar al corazón del que sufre. Es nuestro pueblo”, dejó como tarea el artista cerca de las 10:40 de la noche y con “Mi pueblo” se despidió, mientras se escuchaba el “otro, otro”, que, en esta ocasión se quedó para una próxima.
UN APUNTE
Primera entrega
La noche del viernes Cheo Zorrilla acompañó a Danny en “Con las alas rotas” y Frank Ceara interpretó a dúo “Esta canción es tuya”, la segunda noche éste entró al escenario casi al finalizar para cantar “Madrigal”, porque también tenía un “picoteo”, en la Gala de la Canción Dominicana en homenaje a Rafael Solano en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
