Opinión

¿De dónde sois?

¿De dónde sois?

Aprovechando la invitación a una boda de Vitin y Sara en Villa Franca del Bierzo, en familia decidimos recorrer el norte de España. Fue una experiencia gastronómica fenomenal. Además de visitar lugares históricos, compartimos con varios migrantes dominicanos.

España debe su nombre a los romanos, quienes llamaron a la penínsulaibéricaHispania, que quiere decir tierra de conejos. En el norte están las regiones de Castilla, donde se originó el idioma castellano o español; Galicia cuna de los chistes gallegos, Asturias y la región Vasca.

La comida en cada una de estas regiones es diferente, y es difícil decidir que es mejor, si los embutidos en León, el pulpo a la feria en Coruña; la fabada en Oviedo; bacalao en Santander o las paellas en Madrid. Los vinos de la región del río Duero, la sidra asturiana y las cervezas regionales compiten en igual condición.

La península ibérica ha sido objeto de múltiples invasiones y ocupaciones entre las que se cuentan; fenicios, romanos, árabes y franceses. Han guerreado durante siglos con otros países de Europa. Hoy están dentro de la unión europea y el turismo es una de sus principales fuente de ingresos.

España es la decimotercera economía mundial, tiene una población de 45 millones de habitantes, y el nivel de bienestar de sus habitantes es bastante elevado. Las diferencias entre las clases sociales no son tan ostensibles, todos los vehículos son pequeños, pocos motores en las calles pero si mucha gente fumando.

Un español que vivió en las terrenas durante nueve años, nos decía que los dominicanos somos un pueblo alegre y solidario, pero que hay mucha corrupción, una distribución inequitativa de las riquezas, y que los derechos no son iguales para todos, sobre todo cuando se trata de gente pobre y de color negro (la mayoría).

En una ocasión un hombre nos interceptó para ofertarnos un restaurant – ¿y vosotros de donde sois? –dominicanos?…Manuel juuuuye, ven que aquí hay gente de allá!! (de allá, significa que eres dominicano). Nos hablaron de sus vidas y esperanzas y aunque perdieron el acento, nunca su dieta de arroz con habichuelas.

Cosas veredes Sancho, cosas veredes.

El Nacional

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