Opinión

De extrañeza y desilusión con Baltazar Garzón

De extrañeza y desilusión con Baltazar Garzón

 Voy de extrañeza en extrañeza y de desilusión en desilusión ante las reiteradas declaraciones del ex juez Baltazar Garzón negando contra toda verdad la validez jurídica de la acción llevada a cabo por Guillermo Moreno pormenorizando y evidenciando los innumerables actos de corrupción de Leonel Fernández Reyna en el proceso de creación y desenvolvimiento de su Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

 El primer espaldarazo del señor Baltazar Garzón al señor Leonel Fernández  apareció en el diario Hoy del lunes 27 de mayo de 2013 a propósito de la decisión de la Fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, archivando definitivamente la acción incoada por Guillermo Moreno, en la que se desvela de forma honestamente incontrovertible el origen y la continuidad inmoral de Funglode.

 El ex juez Baltazar Garzón expresó entonces que la acción de Guillermo Moreno fue temeraria, planteada con el único fin de “utilizar la justicia como instrumento a los fines de obtener una rentabilidad política espuria”. Y agregó: “Este tipo de proceder como el que ha realizado el querellante debería ser no sólo perseguido, sino erradicado del escenario democrático de un país. La justicia no puede prestarse a malas artes, que sólo la oportunidad política avala como arma de coacción”. 

En el diario Hoy del día 29 de mayo manifesté la extrañeza y la desilusión que esos exabruptos, provenientes de una persona apreciada como paradigma universal de defensa de los derechos humanos, me habían provocado.  Y un tanto ingenuamente y todavía influenciado por una reputación que creía inconmovible, supuse en ese escrito que el señor Baltazar Garzón no conocía al señor Leonel  Fernández Reyna ni conocía los orígenes y el devenir económico, por demás espurios, de la riqueza de Funglode, riqueza que le permite a su dueño y señor pagar con largueza a conferenciantes, políticos, economistas, literatos, de fama bien o mal ganada.

 Pero he aquí que tres meses y medio después de aquellos exabruptos, tiempo asaz suficiente para enterarse del historial de artimañas del político Leonel Fernández Reyna, Baltazar Garzón se desmanda con otras declaraciones aparecidas en El Nacional del 13 de septiembre de 2013, provocadoras de mayor extrañeza y desilusión. Justificando su respaldo al ex presidente el afamado jurista proclama: “Lo hice porque entendí que se estaba usando la justicia para perseguir hechos netamente políticos, y eso lo critico en cualquier país en el que ocurra porque me preocupa.

” E insiste: “La instrumentalización de la justicia para perseguir hechos de contenido claramente político a mi me preocupa en cualquier país del mundo”. Pues no, señor Baltazar Garzón, no trata Guillermo Moreno en su acción de “hechos netamente políticos” ni tampoco trata de instrumentalizar “la justicia para perseguir hechos de contenido claramente político”, lo que sí trata es de demostrar, ante la justicia y la sociedad, cómo el señor Leonel Fernández Reyna se sirvió de su ejercicio político de Presidente de la República para crear su Funglode con dinero mal habido. Y eso, señor Baltazar Garzón, es un grave delito que usted, a su tiempo, tuvo el coraje de perseguir.

El Nacional

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