Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

¿Quién es realmente  nuestro amigo íntimo?

Con el profesor Enrique Rojas, te invito, amable lector, a que me respondas con toda sinceridad si serías capaz, a un amigo:

¿Le prestarías dinero sin preguntarle el destino del mismo y la forma en que te pagará?

¿Arriesgarías tu prestigio y bien ganada fama a la hora de ayudar a un amigo a salir hacia adelante o de un problema?

¿Sin ese amigo (a) se te hace difícil entender tu propia existencia?

Esta última frase en el argot popular quiere decir: “Mi pana, por usted yo me mato con cualquiera”.

En la tradición de izquierda revolucionaria se utilizó mucho el término camarada que se acuñó en la literatura marxista.

En otros ámbitos se llaman compañeros.

En la calle se usan términos como “hermano mío”; “ese es mi enllave”; “Pedro y yo somos panas full” y otros calificativos que a veces nos hacen recordar. También de la gente más simple: “amigo es el ratón del queso”; “la amistad y el interés… y más pudo el interés que el amor que se tenían”.

Lo cierto es que la amistad es un sentimiento positivo que se va cultivando de forma creciente.

Su otra cara es la enemistad en donde el rechazo, el alejamiento e incluso las ideas de venganza y daño aparecen en función del agravio que se cometió, de las circunstancias y de las personalidades envueltas.

En democracia pertenecer a un agrupamiento político es un acto voluntario.

A la alcoba de los grandes líderes poca gente tiene acceso.

La política es pasión e ilusión, pero además es un trajinar para mejorar tu estatus, tus ingresos y tu poder.

Se ha dicho que las amistades que se cultivan en laborantismo político son frágiles, transitorias y penden del hilo de los intereses coyunturales.

En nuestro medio se conoce de biografías que sobrepasan el número de tres, las instituciones donde han hecho vida política activa. Allí han desempeñado lucrativas funciones. Nuevos amigos y más enemigos.

Las enemistades, las ofensas, los chismes circulantes como bolas de nieve son la cotidianidad en los partidos.

 Las amenazas al estatus y a la integridad del otro van generando grupos, tendencias y hasta pandillas que como no tienen sustento ideológico, suelen posicionarse en algún tipo de negocio donde la manipulación política es el sustrato.

Es notoria la cantidad de agrupamientos, fusiones, renuncias, expulsiones que ha vivido nuestra historia política desde que en 1939 en Cuba se iniciaron severas diferencias entre los Juanes y al correr del tiempo, uno fue golpista del amigo del pasado.

Paradójicamente gente de partidos diferentes “se llevan mejor” que con sus aliados  y ello ocurre cuando se cultivan amigos respetando diferencias y basados en valores.

Las divisiones que parecen insalvables,  las abiertas como se dan a “fuego y sangre”  en  el principal partido de oposición y las encubiertas como se están viviendo en el aparato de gobierno, se nutren de viejas contradicciones.

¿Contradicciones? Si por el cargo que no me dieron (rencores); por el decreto que no llegó (resentimiento); porque ofendió el honor de mi familia (ira primaria por intereses tribales)… y si sigo especulando puedo llegar hasta capillas sentimentales que  no son propios de mi discurso.

Al que le sirva el consejo, que se lo aplique.

El Nacional

La Voz de Todos