Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

En una de las peñas a las que asisto se le ocurrió a un psiquiatra amigo que ve mucha gente de capas medias altas, decirme que “siente que en el país hay una creciente y acumulada generación de derrotados”, y yo le agregue,  de frustrados.

Son personas serias que fueron afectadas familiarmente por la tiranía de Trujillo y no se han recuperado.

Son familias trabajadoras que aprovechando la apertura que ofreció el tiranicidio jugaron a la democracia y a la libre empresa y no les fue bien trabajando con honestidad.

Son adultos patriotas que apostaron a los siete meses de Juan Bosch y ganaron como premio el exilio.

Son descendientes de militares honestos que desafiaron en 1965 al ejército más poderoso del mundo buscando restablecer la Constitución y se les pagó con deportaciones.

Son viudas honorables, hermanas veneradas o madres sobrevivientes que perdieron a sus hijos jugando a las utopías socialistas  en los 12 años fatídicos de nuestra historia reciente.

Son relacionados de funcionarios probos que en los gobiernos  de los tres grandes partidos apostaron a la seriedad y quedaron en “la lona”, es decir, con un murmullo que apostó a su fracaso y con una legión de enemigos cordiales.

Son seres humanos entre 40 y 80 años que a veces deambulan como zombis con una lámpara de Diógenes buscando un mejor país y asqueados con las cosas que ocurren en nuestra política vernácula.

Como que  algo me dice que no siga apretando en esta comunicación voy a ofrecerles un test o autoevaluación para saber cómo anda tu tolerancia a la frustración.

Cuantas más respuestas positivas acumules, debes trabajar esa angustia:

1- ¿Piensas que tu pasado es el responsable de tus fracasos actuales?

2- ¿Has dejado muchos sueños en el camino por temor a equivocarte?

3- ¿No te acercas a la gente por miedo a ser rechazado?

4- ¿No soportas las vulgaridades o los temas que te disgustan?

5- ¿Te has apartado de mucha gente que no sirve o que te desengañó?

6- ¿Te has vuelto temeroso a correr ciertos riesgos?

7- ¿Te irritas cuando critican tus valores e ideología?

8- ¿Las lágrimas brotan cuando te trasladas a un pasado que pudo ser glamoroso?

9- ¿Te ha costado mucho mantener ideales y cada vez son menos tus amigos?

10- ¿Uno o varios desengaños te han hecho desconfiar de los discursos de los políticos?

Si tienes pocas respuestas positivas es que el sistema te ha ido haciendo más flexible y tolerante.

Dicen que la frustración nos acompaña desde la niñez.

El simple hecho de querer estar en brazos de mamá y no lograrlo nos torna agresivos.

En la adolescencia, por el contrario, la búsqueda de identidad y autonomía nos hace negar y rabiar contra  nuestros padres.

En la adultez a medida que aprendemos de los fracasos y apostamos a convertir crisis en oportunidades, creceremos en las dificultades.

Mucha gente ante los tropezones toma el camino de la evasión.

Drogas, alcohol, negocios turbios etc.

No todos los que pensaron y se inmolaron cuando “dulce y decoroso era morir por la patria” sobrevivieron luego a las tentaciones corruptibles y negadoras de valores.

Ojalá que estas notas no aludan a alguien, ni abran viejas cicatrices, por el contrario, pretendemos sembrar reflexiones en la juventud sana que va subiendo.

El Nacional

La Voz de Todos