Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

POR: César Mella
cesarm2@codetel.net.do

La farmacopea
En algún momento de la vida, todos hemos ingerido algún medicamento. La aspirina (ácido acetilsalicílico) lleva más de cien años junto a los seres humanos. Hoy sabemos que tiene decenas de efectos: analgésicos (mejora el dolor); antipirético (reduce la fiebre); es antiagregante plaquetario (protector cardiovascular previniendo trombos, es como si licuara la sangre) etc.

Ese salvavidas, en raras oportunidades, puede ser dañino, originando reacciones que pueden ser mortales. Las raíces, las hojas y otras partes de la floresta (fitoterapia) contienen los principios activos a los que se le atribuyen poder curativo. A veces cuando vemos a un perro seleccionar hojas para curar su diarrea debemos concluir que tanto los seres humanos como todas las especies de animales se automedican.

Aunque si en la modernidad preguntamos por la vía de administración que el paciente prefiere que se utilice con fines terapéuticos, escucharemos respuestas varias: que me inyecten por las nalgas; las vitaminas me gustan dentro del suero y directo por las venas; a mí que me pongan supositorios y, los más cobardes, piden que sus pomadas sean de preferencia indoloras.

Los oídos, la nariz y los ojos enfermos encuentran en las gotas una refrescante y a veces mágica salida a sus molestias. Se cree que después de las armas y los alimentos, los medicamentos constituyen el tercer gasto billonario diario en los patrones de consumo. La automedicación, las prescripciones inducidas por los medios de comunicación y, en nuestra cultura, el consejo del vecino: “comadre, la rapidita es un cuchillo para esa resaca de su marido”, aventajan las prescripciones medicas.

Los medicamentos para los nervios tienen sus particularidades: unos son inyectados “a la mala”. Tres vecinos a la fuerza agarran al muchacho que se ha salido de sus cabales. Acude la enfermera del barrio, lo inyecta siguiendo la” orientación telefónica de un psiquiatra”. Por suerte llegó dormido al Hospital Psiquiátrico.

Otras veces, 40 gotas en una cucharada de miel de abejas utilizadas con el subterfugio de que se trata de un antigripal, resultan un Morfeo sin igual.
Ya están disponibles sedantes en tabletas que chupadas su efecto es inmediato.

Hace muchos años disponemos para el control de pacientes con trastornos emocionales crónicos e incurables (pero sí controlables) inyecciones que administradas una vez al mes son capaces de producir un ajuste psicosocial en el paciente que lo convierte en un ser productivo que vuelve a estudiar y a trabajar y, lo más emocionante, es que a veces alcanzan conciencia de que están enfermos.

En mi especialidad, paciente y familiar hacen trampas a su tratamiento: lo reducen o lo suspenden cuando se estabilizan. Otros dejan debajo de la lengua su tableta y al más mínimo descuido la escupen. Los beneficiados por planes sociales: venden las medicinas. Algunas sectas dejan el tratamiento y piden cura solo a Dios….  Suspender la administración farmacológica para “tomarse unos traguitos”…  He visto el caso de familias que compran la receta de otro familiar alegando que “si los dos son medio locos el efecto será favorable”.

El Nacional

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