Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

POR: César Mella
cesarm2@codetel.net.do

 

 

No es un héroe, es un ‘alocao’…
La historia de la humanidad está llena de hechos que fueron protagonizados por personas que en un momento dado fueron calificadas como locas. Al Jesús de Galilea lo apedrearon cuando predicaba y para desacreditarlo corrió el rumor de que no andaba bien del juicio.
Lyken (1982) afirmó que “los héroes y los psicópatas son dos caras de la misma moneda”. Este autor agrega que los héroes y los psicópatas comparten una condición: la intrepidez.

Se ha elaborado un cuestionario de Preferencia de Actividades que intenta vaticinar conductas.
Imaginen que ustedes son psicólogos y están evaluando a un jovencito y le piden que escoja de las situaciones que vienen a continuación:
1/ a) Limpiar su casa después que una inundación la ha llenado
de lodo.
b) Saltar en un paracaídas.
2/ a) Pasarse unas horas preparando un rico pastel a los invitados
quienes después comen muy poco y al parecer no les gustó.
b) Distribuir 1000 folletos casa por casa en un vecindario.
3/ a) Tener que caminar todo el día con los pies ampollados.
b) Dormir fuera de la cabaña en Jarabacoa a pesar de que le
han advertido que ronda las cercanías un toro muy bravo.
4 a) Lavar todos los vehículos de la casa.
b) Conducir un automóvil a 180 Km. por hora.
Cuando escribía esto pensé en la intrepidez de Adán y sus relaciones con Eva; en el arrojo de Moisés cruzando océanos y escalando montañas; Galileo afirmando tercamente que la Tierra se movía a sabiendas de que le esperaba la horca; un Miguel Servet que a sabiendas de que le esperaba la hoguera afirmó que la sangre circulaba dentro del cuerpo…. ¡Qué tiempos aquellos!
También me vino a la cabeza el Che Guevara recorriendo pueblos en motocicleta; en Fidel Castro asaltando con un grupo de jóvenes el Cuartel Moncada; en Marcos Díaz cruzando el estrecho de Gibraltar…. En fin, en múltiples situaciones en que la juventud desafía a diario el peligro…

Estoy revisando el libro “Comportamiento Anormal”, del psicólogo David Sue, de donde he extraído el cuerpo de esta entrega.
Ahora bien: a esos intrépidos la sociedad los mide por resultados. ¿Y los que mueren en el intento o sencillamente fracasan?
Para asaltar un banco, por ejemplo, hay que tener intrepidez, otros dicen que colgantes…
¿Qué factores contribuyen para que un chico intrépido que daba señales tempranas hacia la psicopatía se convierta en un héroe?
Un muchacho travieso es difícil de educar, pero las circunstancias y el ambiente los van modelando hacia el equilibrio a lo largo de los años.

Muchos jovencitos tienen el chance de canalizar su intrepidez hacia actividades socialmente aprobadas, por ejemplo, pilotar aviones.
Se ha dicho que las familias que crían con mucho amor, tolerancia, reforzadores de las buenas conductas y que prescinden del castigo físico tienen menos chance de obtener a un psicópata como producto final. La práctica clínica de años me dice que del seno de las mejores familias han salido los peores psicópatas, y viceversa, es decir, del lodo sale uno que otro diamante.

La gente que ha llegado tan lejos en esta lectura dominical me preguntará: ¿Qué hago doctor, con este muchacho que solo le gusta el peligro? Prepárese pues, o tendrá un héroe o va a gastar mucho dinero y tiempo en psicólogos…

El Nacional

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