Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

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El poder de la envidia

Una serpiente perseguía a una luciérnaga. Cuando estaba a punto de comérsela, esta le dijo: “¿puedo hacerte una pregunta?” La serpiente respondió: “En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas, pero por ser tú te lo voy a permitir”

Entonces la luciérnaga preguntó: “¿Yo te he hecho algo?” “No”, respondió la serpiente. “¿Pertenezco a tu cadena alimentaria?”, preguntó la luciérnaga. “No”, volvió a responder la serpiente.

“Entonces, ¿por qué me quieres comer?”, inquirió el insecto. “Porque no soporto verte brillar”, respondió la serpiente. (1)

Que es envidiar?

Es una emoción que no solo implica anhelar lo que la otra persona tiene, querer estar pasando por las mismas circunstancias que el otro; el acto de envidiar implica mucho más: te coloca en un plano de continua insatisfacción y de queja permanente. La envidia nace de la sensación o de la creencia de que nunca tendrás lo que el otro posee (2).

Meritxell Hernández afirma que la envidia es “la tristeza por el bien ajeno y el sentir pesar por la felicidad del otro”.

Gentes por millares envidian el ascenso de su compañero de trabajo; la belleza y talento de una dama; la brillantez de un estudiante sobresaliente.

Nadie envidia a un miserable ni a un mendigo sino al que exhibe excelencia, triunfos y éxitos.

Muchos crímenes han comenzado a tejerse en las mentes oscuras de psicópatas envidiosos.

El envidioso habitualmente está acompañado del resentimiento social y los sentimientos de inferioridad. Son seres , como diría alguna vez mi amigazo -ido recientemente- Yaqui Nuñez: “Derrotados del éxito ajeno”…

Ya apuntó el gran Napoleón Bonaparte: “La envidia es una declaración de inferioridad”.

El pensador Antonio de Solís, agrega : “La envidia es la ira de los pusilánimes”.

¿La envidia tiene sexo? Solo en las largas conversaciones telefónicas hablando de las cirugías plásticas de sus amigas y de los chismes de pareja, se especula que la enfermedad es más prevalente en las Evas que en los Adanes.

Francisco de Quevedo ha dicho: “La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come”.

William Shakespeare califica la envidia como: “Una esencia tan etérea que no es más que una sombra de una sombra”.

Al final responde estas preguntas como forma de autoanálisis:

1.- Si un amigo cercano tiene éxito profesional, ¿te sientes mal?

2.- Cuando un cercano a ti actúa de forma loable, ¿te cuesta felicitarlo?

3.- ¿Te sientes mal cuando alguien alaba en tu presencia a un amigo en común?

4.- Cuando en tu trabajo alguien dedica más tiempo a tu compañero que a ti, ¿te sientes mal?

5.- ¿Sientes que no recibes el mismo afecto que muchos de tus amigos?

6.- En las reuniones sociales, ¿te gusta destacarte y ser el centro de la atención?

7.- ¿Criticas a gente famosa o a personas que no conoces?

8.- ¿Te alegra que alguien que ha triunfado esté pasando por un momento difícil?

9.- ¿Te sientes mal si te tratan de la misma manera que a otra gente?

10.- ¿Alguna vez has pensado que tus amigos no saben lo que vales?

Si acumulas más de 4 puntos revísate, puedes ser portador, a veces, sin darte cuenta, de la Envidia

(1) (2) Fuente: Stamateas , Bernardo: “ Gente Toxica”, Pág. 27.

El Nacional

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