Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

César Mella

¿Me tomé mis pastillas?

En la vida adulta somos más del 90% de los seres humanos que a diario consumimos algún medicamento.
Las sustancias en forma de pomada, tabletas, inyectables etc., que el mundo moderno compra a diario solo son comparables con alimentos, armamentos de guerra, combustibles y otros artículos de consumo.

Lo dramático es que los prescriptores (médicos que formulan recetas), tenemos en nuestra contra el no cumplimiento de las orientaciones que se escriben a pacientes y familiares.

No voy a referirme a los infantes que deben ser sujeto de “abra la boca”; de los pacientes psiquiátricos rebeldes a los que se les pide “saque la lengua”; a los pacientes en coma a los que se les introduce de todo por vena y boca sin su consentimiento.
Con alguna frecuencia se aduce que “no entiendo la letra de ese médico”, por ejemplo : “Tomar 10 o 20 gotas de haloperidol (un tranquilizante mayor ) al acostarse “.

El familiar le administró 120 gotas y el enfermo permaneció dos días durmiendo.
El despachador de la farmacia (que no es farmacéutico) recibe unos chelitos por cada receta que cambia en el mostrador y a veces “se le va la mano” y despacha un anticolinérgico por un antidepresivo y el paciente escenifica un derrame cerebral cinco días después.
Por supuesto no me referiré a la automedicación que constituye más de la mitad de los actos de administración de medicamentos.
“Vecina, sé que la receta del Dr. Mella es un cuchillo”. Pues aduciendo falta de dinero para pagar mi consulta decidió comprar un antidepresivo (que se venden sin recetas de control) y fue tal la excitación que permaneció varios días sin dormir. “Lo que funciona en un paciente puede perjudicar al otro”.

A pesar de la insistencia del galeno de que “tres veces al día de lunes a domingo“, el paciente se toma libre los sábados y los domingos “para beber”. Por supuesto al mediodía del domingo se lo llevaron a la emergencia frío y sudoroso en una crisis de hipoglicemia (los diabéticos que beben y no comen les baja bruscamente el azúcar).

Tengo un atendido que cuando se le están terminando los fármacos la disminuye a la mitad.
“Doctor ¿hasta cuando llevo el tratamiento”? Gran cantidad de atendidos suspende el tratamiento cuando experimenta mejoría o cuando la caja ha terminado. La recaída es la regla.

Los usuarios de servicios sanitarios tienen un fe ciega en “las muestras médicas”. Se trata de inicios de tratamiento que obsequia el visitador a médicos (promotor) a fin de beneficiar al afectado y al mismo tiempo “ensayar o probar” la sustancia. Resulta que al terminar la cantidad obsequiada el afectado en franca mejoría abandona el tratamiento.

No es motivo de esta comunicación hablarles de las personas que se dedican a “vender muestras”; expender productos vencidos y falsificados y otras travesuras criminales que afectan la salud popular.

La vía de administración tiene su magia. En esta cultura ñoña el mentol, las unturas, el parche poroso, el ungüento tienen su encanto hasta para arreglar a parejas distanciadas. Un paciente mío estaba tan a gusto con un energizante de la erección que me dijo “doctor, solo la uso para bailar y chupada, para que me alcance para varias fiestas”.

El Nacional

La Voz de Todos