Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Seres humanos de una sola pieza

A Jorge Vargas y a Lillian Rodríguez
Por creer en las Estancias Infantiles.
Existen pruebas de que la vida animal precedió a la raza humana y que hace 200 millones de años las diferentes especies iniciaron su evolución, pero hace solo 150 millones de años que arrancó la llamada raza humana.
La gran discusión es que si lo que somos es el resultado del aprendizaje o es predominantemente asunto de genética, herencia, genoma humano…
El último sistema que se estructura después de fecundación, es decir, que se completa, es el sistema nervioso.
Al final 100 billones de neuronas entrelazadas en complejos circuitos serán esa gran computadora donde operan las funciones superiores como el juicio, la conciencia y el pensamiento.
En el humano ningún comportamiento está predeterminado, salvo las reacciones de sobresalto y de sobrecogimiento.
En el reino animal ellos se defienden solos y solo bastaría con dejar a su suerte la selva a un gatito y a un bebito recién nacidos. ¿Quién sobrevivirá?
El desarrollo psicosocial de un niño es moldeable.
Nuestros hijos son versiones corregidas y ampliadas de nosotros mismos. Ejemplo, ingrese al mundo de la informática, a las redes sociales o a los modernos teléfonos móviles y sus miles de funciones con tu nieto y de seguro quedara derrotado.
Pero… asumamos un embarazo y parto excelente. No drogas y una madre sana. Familiares de ambos lados donde predomina la inteligencia, las buenas costumbres y nada de carencias… ¿Qué será lo determinante en el desarrollo psico-social de este niño? ¿La fuerza de la genética o el modelaje social?
No creo en el determinismo a ultranza… pero sí creo en la plasticidad cerebral y en la epigenética, es decir, un cerebro sano y en desarrollo que es influido por el medio ambiente y que los genes, dando saltos asombrosos a veces, se imponen a las raíces hereditarias.
Recuerden que estoy construyendo a un ser humano de una sola pieza.
Dos gemelos: Uno de 15 años viviendo las carencias en Gualey (barrio pobre de Santo Domongo) y el otro, 14 años educándose (fue adoptado), en Suecia. ¿Qué le pasó al cerebro? ¿Qué paso con la genética y lo heredado de sus progenitores? Lo que ustedes imaginan. Es que la zona orbito-frontal del cerebro para el que se quedó aquí no se desarrolló igual. El de Suecia recibió otras influencias ambientales…
Dos cosas agrego:
el valor del apego afectivo en la crianza y el inculcar los valores morales esenciales con el ejemplo diario de sus progenitores.
El deporte sano; la socialización emulativa en la comunidad; una alimentación balanceada y el acceso a la salud, siguen este proceso de construcción.
La cultura, el acceso sano a las redes sociales, la vinculación a los valores esenciales de la patria; la imposición de limites adecuados en el proceso formativo, van creando y criando a ese “hombre nuevo” de que tanto hablaba el médico argentino Ernesto Guevara… de seguro que tendremos estructuras temperamentales y caracterológicas equilibradas.
Como observan estoy construyendo una biografía sin contratiempos… “a ese niño no le faltó nada”, pero sorpresas tiene la vida, la vida te da sorpresas.
En medio de un basurero aparecen diamantes y en medio de un cofre de perlas sale, a veces, tremendo cucarachón…

El Nacional

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