Isabel Turull, gerente general de la cadena Palacio del Cine, manifestó su preocupación por el gran crecimiento que ha tenido en los últimos meses la piratería de películas, las cuales, en la mayoría de los casos, ni se han estrenado en el país.
Indicó que es común ver como estas películas son exhibidas en las principales avenidas del país, invadiendo los negocios y las plazas comerciales, sin que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto.
Lo peor de todo es que estás películas son un engaño a la población, ya que les vende un material de poca calidad, afectando así la industria cinematográfica.
Turull expresó que las autoridades dominicanas sólo toman medidas cuando el gobierno norteamericano hace algún tipo de presión.
Dijo que este tipo de acciones representa un delito porque se está reproduciendo un material del cual no tienen ningún derecho y que además cuesta mucho dinero.
Para traer una película al país se invierten hasta 100 mil dolares, dependiendo del tipo de film que sea. Eso sin mencionar el costo por los gastos de empleados y energía que se utilizan, señaló la ejecutiva.
Dijo que los piratas se aprovechan de la publicidad que estos realizan sobre los estrenos para ellos vender sus películas.
Es grande el daño que causan porque la gente no está asistiendo a las salas de cine. Compran una película por 100 pesos y la ven más de una persona, señaló.
Turull puntualizo que las autoridades pueden fácilmente corregir esta práctica multando a las personas, confiscando los DVD y los centros que son utilizados para grabar.
Si las autoridades quisieran podrían controlar este tipo de delito, porque ellos saben quiénes son los principales importadores de DVD del país, además tú puedes caminar por cualquier calle del país y te vas a encontrar con un puesto de películas pirateadas o algún vendedor ambulante , expresó.
Isabel Turul manifestó que para que el país se pueda constituir como una gran industria cinematográfica las autoridades dominicana tienen que demostrar que son capaces de controlar la piratería.
Películas como James Bond, Una chiguagua en Beverly Hill, entre otras que aún no se han estrenado están siendo vendidas en los principales puestos de películas a un precio de 50 y 100 pesos.
Algunos cineasta dominicano han hecho denuncias de este tipo sin que se les tomen encuenta por las autoridades.