Dionisio y Gonzalo
El doctor Dionisio Guzmán Cabral y el licenciado Gonzalo Mejía Arnal han sido recientemente objeto de sendos reconocimientos por parte de instituciones de bien ganado prestigio en la sociedad nacional como son el Pabellón de la Fama del Deporte y el Comité Olímpico Dominicano.
Guzmán Cabral ha sido escogido por sus propios compañeros como Presidente del Comité Permanente del Pabellón de la Fama, y a Mejía Arnal le fue dedicada la ya tradicional Gala Olímpica que el COD viene realizando por alrededor de una década.
Tanto uno como el otro son personajes de límpida trayectoria profesional y reconocidas virtudes ciudadanas, al lado de un largo y productivo quehacer en favor del deporte de nuestro país. Dionisio como dirigente de la Federación de Softbol y Gonzalo en la presidencia de la Federación de Tenis, la Unión Panamericana de esa disciplina y el propio COD.
A Dionisio lo conocí, por vía de su primo Julio Elpidio Santana, en una época ya muy lejana que se remonta a mis tiempos como jugador juvenil de baloncesto en el Centro Social Obrero del sector de Villa Francisca. Y con Gonzalo hice buena sangre en el Club Naco desde que su familia regresó al país procedente de Venezuela tras la decapitación de la dictadura de Trujillo.
Estos personajes pertenecen a un círculo muy estrecho de amigos íntimos que con muy frecuente periodicidad nos reunimos para compartir amenidades y conversar sobre temas de la actualidad nacional. Ambos son apasionados de la discusión de tópicos deportivos, uno con la parsimonia y paciencia de quien pasa mucho tiempo en el quirófano, y el otro con la energía y locuacidad habituales en los estrados judiciales.
Los dos son excelentes anfitriones con afición culinaria de sabrosos resultados, Dionisio en un palomar acabado de estrenar y Gonzalo en su cueva tradicional forrada de recuerdos deportivos y musicales.
La selección de Guzmán Cabral como sucesor del doctor Luis Schecker Ortiz, otro excelente amigo y deportista, tiene mucho que ver, además de su dilatado conocimiento del acontecer deportivo nacional, con su discreción, ecuanimidad, sentido de justicia y mentalidad libre de prejuicios de cualquier índole.
En el caso de Mejía Arnal, el COD ha otorgado merecido crédito a un colaborador desinteresado siempre abierto para atender consultas en temas de su competencia profesional, y un hombre ligado al deporte dominicano como atleta, dirigente federado y más recientemente en rol de historiador.
Es propicia la ocasión para felicitar a estos amigos de más de medio siglo, así como a las entidades que han asumido una conducta justiciera al reconocer sus valiosas contribuciones.
¡Salud!
Dionisio Guzmán
Gonzalo Mejía
