Opinión

Desacato

Desacato

No acabo de entender que sentido tiene acudir ante un tribunal para que haga justicia reconociendo los derechos de un grupo de dirigentes de un partido si las decisiones de la autoridad competente no serán acatadas por los condenados. 

La Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral, después de haber visto y analizado la instancia interpuesta por dirigentes del PRD que pretendíamos evitar que los estatutos fueran modificados clandestinamente y tomados por asalto los organismos de dirección, nos dio la razón. ¡Eureka! ¡Triunfó la ley y la razón!

La Cámara Contenciosa de la JCE dictaminó que la reunión de “delegados” tenía facultad para proclamar “única y exclusivamente” a Miguel Vargas como presidente del PRD. ¡Eureka! ¡Se impuso la ley! Los representantes de Miguel Vargas, entre ellos Orlando Jorge Mera, dijeron que acataban la sentencia. Así las cosas, el grupo de Hipólito Mejía, en un acto de buena fe y espíritu unitario, llamó a participar en la juramentación. Sin embargo, en una acción desafiante y arrogante, la sentencia fue olímpicamente violada. Al ex presidente Mejía,  el nuevo Zar del PRD considera su enemigo número uno dentro y fuera del PRD. No Leonel Fernández, con quien hizo un pacto de buena vecindad y amistad en la residencia del más importante contratista de obras del Estado, pacto que impedirá que el PRD haga  oposición dura, similar a la que le hizo el PLD a Hipólito Mejía.

La palabra “única” significa  “solo y sin otro de su especie”. “Exclusivamente” es  “con exclusión”.  Quiere decir que todo  lo demás que pretendía el grupo de Vargas Maldonado fue taxativamente prohibido por la JCE. La sentencia, reitero, no dejaba lugar a equívocos, ni engaños. Dice “única y exclusivamente” la proclamación de Miguel Vargas. Nada más.  Las diez medidas que se tomaron son ilegales. Como ilegal fue la proclamación. Como ilegal es nombrar, por decreto,  al personal que dirigirá los destinos del partido. Fueron borrados de un plumazo  la Comisión Política y el Comité Ejecutivo Nacional porque sus miembros cesaron en sus cargos.

Es una lástima que la Cámara Contenciosa de la JCE no se apodere a si misma para conocer las violaciones a sus propias resoluciones. En cualquier otro país  lo que hizo el Zar del PRD habría sido repudiado por la opinión pública y por la JCE. Pero en un país donde se viola hasta la Constitución de la República y nadie dice nada, no se puede esperar eso.

El nuevo Zar del PRD ha prometido disciplinar al partido, que ahora será similar al Partido Dominicano de la Palmita.  Si la disciplina que impondrán será la del Partido Dominicano o la disciplina que imponen los patronos a los obreros,  pueden comenzar expulsándome. No lo protestaré, como diría Joaquín Sabina. Al contrario, me iré muerto de la risa a construir otro espacio donde pueda decir lo que pienso, donde se respete la institucionalidad y la ley. Lo que digo no compromete a nadie. ¡Que conste!

El Nacional

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