La Policía afirma que desmanteló la banda de asaltantes que encabezaba el malogrado exmilitar John Percival Matos, de la que formaban parte Brayan Peter Félix Paulino y otras cuatro personas, todas las cuales han sido apresadas y puestas a disposición del Ministerio Público.
Se admite que los asaltos perpetrados por ese grupo, con saldo de un muerto y varios heridos agravaron el estado colectivo de angustia por la creciente delincuencia y criminalidad y, aunque faltan muchos cabos por atar, su anulación representa un gran alivio para la ciudadanía.
Se requiere profundizar las investigaciones en torno al mayor del Ejército Elvin Rodgers Rodríguez, acusado de suministrar el fusil y una pistola usados por Percival Matos y Félix Paulino en los atracos a un mensajero, un camión de transporte de valores y una sucursal bancaria.
No resulta fácil de entender que un oficial pueda sustraer del arsenal militar un fusil M-16 y otros pertrechos para uso de una banda de delincuentes, lo que obviamente pone de relieve severas deficiencias en los mecanismos de control interno.
Policía y Fiscalía tienen el compromiso de identificar a otros posibles miembros de ese grupo, del que formarían parte, además de Percival Matos y Félix Paulino, el mayor Rodgers Rodríguez, Javier Perelló, Francisco Caraballo y un mecánico solo identificado como “La Culebra”. También se menciona a otro mayor del Ejército.
Lo que se pide es que las investigaciones e indagatorias sobre la composición y modus operandi de esa banda se realicen con eficiencia y absoluta transparencia como garantía de que a los tribunales se enviará un expediente bien sustentado, sin inclusiones ni exclusiones convenientes.
Llama la atención que el mayor Rodgers Rodríguez acusado de suministrar armas a esa banda, fue un destacado miembro de la selección nacional de tiro al plato y que Félix Paulino, quien disparaba el fusil durante los atracos, no tenía antecedentes penales, pero lucía muy sonriente mientras aguardaba ser interrogado en la Fiscalía.
Lo deseable sería que todos los implicados como autores o cómplices en esos atracos sean debidamente identificados y sometidos a la justicia, donde una vez demostrada su culpabilidad reciban el debido castigo por los crímenes cometidos.
