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¡Pónganle afiches…!

Con la innegable complicidad de la Junta Central Electoral, JCE, el Palacio Nacional ha sido convertido en un activo comando de campaña de la reelección de Danilo Medina, solo falta que le coloquen afiches del PLD.

Y la Junta es cómplice porque la ley dicta claramente sus deberes frente al uso masivo de dinero, vehículos, locales, medios de prensa, empleados y otros recursos del Estado para proselitismo a favor de un candidato cualquiera.

El uso de recursos del Estado en nuestra “mentada [democracia] representativa”, como decía Juan Bosch, es un viejo lastre que se expresa desde la elección de un simple alcalde de un municipio lejano, hasta el presidente de la República, pasando por diputados y senadores.

Es decir, la inequidad en la competencia electoral es total en esta sociedad en la que los costos de campaña se han disparado hasta niveles inalcanzables para políticos honrados de ingresos promedio. Pero, la JCE no puede escudarse en la antigüedad de esa aberración para hacerse “la loca” y de ese modo validar su vigencia e incentivar su expansión.

Los funcionarios del gobierno y sus comunicadores acólitos, responden las críticas con cinismo, tildándolas de falsas o de pataleos adelantados.

Pero, veremos como de hoy a mayo se incrementará el flujo de dinero del Estado a favor de comunicadores reeleccionistas, programeros radiales y televisivos, a las empresas distribuidoras de electricidad para traspasar a su vez a los comités provinciales y municipales de campaña, y para las estrategias de compra de voluntades y el sonsacamiento de ciudadanos indecisos, independientes o simples dirigentes de la oposición.

Con ese reeleccionismo febril en el Palacio, todo lo que tocan sus funcionarios y economistas defensores lo reducen a un panfleto electorero: el caso Haití, el Pacto Eléctrico, los precios de los combustibles y el engaño con una tarifa eléctrica sobrevaluada en casi un 30%.

A esa farsa impune e hipocresía “democrática” fue que Bosch denominó “la mentada representativa”.

A Luis Abinader, PRM y aliados, les queda, a sus pies, la venturosa ruta de Peña Gómez: ¡la movilización popular para derrotar el abuso!

El Nacional

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