Opinión

Detalles: Santo Domingo Norte

Detalles: Santo Domingo Norte

Mas allá de la discusión reciente sobre la propiedad de los terrenos en que se asienta y opera el basurero o vertedero de desechos de los municipios del Gran Santo Domingo, instalado arbitrariamente en Duquesa, Santo Domingo Norte; mas allá de las denuncias y forcejeos sobre el disputado contrato de la empresa Lajun, persiste y se agrava el deterioro de las condiciones ambientales y sanitarias de las poblaciones vecinas y la consiguiente devaluación de sus predios y activos.

En otras palabras, las comunidades del Higüero, Jacagua, Los Cazabes, Ponce y parte de Guaricano han sufrido en piel viva la devaluación progresiva de sus terrenos, viviendas y otras propiedades como resultado del impacto negativo de la operación de un depósito de inmundicias de todo tipo y condiciones, provenientes de cualquier actividad industrial, hospitalaria o de servicios, incluyendo algunas altamente peligrosas.

El manejo del vertedero es prácticamente a cielo abierto y el ejército de “buzos” miserables que se la “busca” escarbando y dispersando por doquier los desperdicios, improvisando tarantines de objetos “rescatados”, instalando tienditas o tapaderas para pernoctar, así como bares o burdeles por el estilo, contribuye con tan amplia faena a empeorar la situación ambiental y social de los alrededores.

Debe preocupar a los munícipes ver pasar cada cuatro años a alcaldes de un color y de otro sin que ninguno se haya parado en firme para proponer la eliminación de ese foco de enfermedad, degradación y empobrecimiento.

Duquesa es, por demás, un monumento a la ineficiencia tecnológica que todavía exhibe el servicio nacional de recogida y eliminación de desechos.

Los habitantes de Santo Domingo Norte, en términos netos, han perdido y siguen perdiendo mucho más de lo que reciben con la operación del vertedero.

Al Alcalde de Santo Domingo Norte le corresponde luchar junto a sus conciudadanos por la eliminación del vertedero o por su transformación tecnológica a los fines de garantizar eficiencia, mínima contaminación y la generación de subproductos como energía eléctrica comerciable, materiales de construcción y otros rubros valiosos.

Ese vertedero podría ser una fuente de riqueza colectiva, y no de un grupito.

El Nacional

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