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Disparos

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Definitivamente que la dirección del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano tendrá que buscar otra fórmula para escoger a los  ex atletas que son exaltados en cada uno de los actos que celebra tan prestigiosa institución para tales fines.

Deben hacer caso a los llamados que se le hacen para que no se continúen cometiendo errores garrafales al momento de seleccionar a los nuevos inmortales del deporte.

Da pena ver como deportistas y ex atletas que tienen méritos de sobra para pertenecer a esa entidad no lo han tomado en cuenta, mientras que en ocasiones, inmortalizan  a otros que no pueden ser miembros ni del Pabellón de su pueblo.

El caso más patente lo representa el exbeisbolista aficionado Antonio Almánzar, uno de los bateadores zurdos más finos que pasara por el juego del bate y la pelota en República Dominicana.

Sus 25 años jugando como miembro prominente de los equipos de béisbol y softbol de la Policía Nacional, hablan por sí solo del talento que tenía Antonio Manuel Almánzar Camilo.

Su incuestionable calidad también la paseó por diamantes internacionales, ya que fue por varios años un respetado miembro del seleccionado nacional de béisbol y softbol molinete, respectivamente.

En su brillante carrera almacenó un rosario de éxitos que recuerda con orgullo y satisfacción. Sin embargo,  los que hacen la elección para el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano no le reconocen la gran valía que tuvo para los dos deportes que representó con dignidad.

Es tiempo de que las cosas se hagan bien, con justicia, que se reconozcan a los verdaderos héroes deportivos, los que con su talento y disciplina  brillaron con luz propia en su país, pero que además, pusieron en lo más alto del firmamento a nuestro lienzo tricolor.

Hasta la próxima semana, si Dios lo permite.

El Nacional

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