Opinión

División Berlanga

División Berlanga

XXXV

En diciembre de 1958, durante los preparativos del matrimonio de nuestra hermana Martha, entraba en su fase final y definitiva, victoriosamente, el Movimiento Revolucionario 26 de Julio encabezado por el doctor Fidel Castro Ruz, derrotando al gobierno dictatorial, criminal y entreguista de Fulgencio Batista, que servía solamente los intereses de la política económica de Estados Unidos, quien cobardemente salió huyendo de Cuba el 1 de enero de 1959, acompañado de un séquito numeroso. Batista, aunque había salido en otra dirección en aviones de la Fuerza Aérea Cubana y de Cubana de Aviación, cambió de rumbo y vino a aterrizar en Santo Domingo. La vanguardia de las tropas guerrilleras de Fidel Castro entraron a La Habana en la madrugada del 2 de enero de ese año, comandadas por Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara alias “El Che”. Martha casó con José García Acosta el día 3 en horas de la tarde, en nuestra casa de la finca Maguaca, de la División Berlanga.
Sin humildad de ninguna naturaleza, que no es habitual en el autor de esta columna, podemos asegurar que el matrimonio civil de nuestra hermana fue en realidad una hermosa ceremonia de tanta trascendencia como la de nuestra hermana mayor Mercedes, que había casado también en Maguaca años atrás. Los padrinos del matrimonio fueron Manolo García Acosta, hermano de José, y su esposa Margarita Arévalo de García y fueron pajes del matrimonio dos niños sobrinos del novio: Manolito García Arévalo y Margaritín García Arévalo. Manolito es hoy un destacado intelectual, empresario, ensayista e historiador que fue ministro de Industria y Comercio, a quien el autor de esta columna llama sobrino. Parentesco del cual nos sentimos honrados y más que honrados orgullosos del brillo intelectual que ha irradiado en su vida.
A esa boda asistieron más de doscientas cincuenta personas, y la recepción de esos invitados se realizó en el Club Berlanga, de La Cruz de Palo Verde, hermosa construcción campestre, que todavía existe con el nombre ahora de Club Caribe, que es una de las pruebas palpables de la ignorancia y la locura de los sectores de la pequeña burguesía del pueblo dominicano. El triunfo del movimiento guerrillero encabezado por Fidel Castro fue un acontecimiento político que repercutió notablemente en los países hispanoamericanos y que tendría consecuencias dramáticas para los intereses económicos de la United Fruit Company, que era todavía la compañía agrícola más poderosa del mundo, propietaria en nuestro país de la Grenada Company y de la División Berlanga, auspiciadora de la producción de bananos o guineos de la Línea Noroeste.
El gobierno revolucionario de Cuba auspició, organizó y preparó militarmente para junio de 1959, una expedición de aproximadamente doscientos hombres para combatir el régimen de Rafael Trujillo Molina, integrada en su mayoría por dominicanos, en la cual había también cubanos, venezolanos, nicaragüenses, puertorriqueños y estadounidenses. Sectores militares de la dictadura trujillista estaban enterados de los preparativos de esa expedición, aunque muchos creían imposible que la misma lograra repetir en nuestro país el episodio que se había desarrollado en Cuba contra la dictadura de Fulgencio Batista. Continuaremos…

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