San Juan, 15 sep (EFE).- El banco puertorriqueño Doral Bank tensó hoy aún más el enfrentamiento que mantiene con el Gobierno de la isla, al acusarlo de estar haciendo esfuerzos “desesperados y vergonzosos” para evitar devolverle los 229,8 millones de dólares que le reclama.
“Estos ataques ilegales orquestados por el Gobierno contra Doral son un esfuerzo desesperado y vergonzoso para intentar desviar la atención del público de lo que es la verdad: el Gobierno le debe dinero a Doral y no quiere pagarlo”, dijo hoy el asesor legal del banco Matthew McGill.
En un breve comunicado, el socio de la firma Gibson, Dunn and Crutcher -contratada por Doral- defendió hoy que el Gobierno de Puerto Rico está llevando a cabo una campaña de descrédito contra el banco, que atraviesa problemas financieros.
“El rechazo del Gobierno a mantener sus acuerdos con Doral ha dañado la credibilidad de Puerto Rico en los mercados financieros y, más importante aún, ha puesto en peligro la seguridad y los empleos de más de mil trabajadores”, dijo.
Sin embargo, dijo que el banco será capaz de demostrar que tiene razón durante el juicio que ha de comenzar esta semana en los tribunales, sin tener que acudir a una campaña de descrédito.
Estas declaraciones tienen lugar después de que la semana pasada se publicaran en varios medios estadounidenses anuncios a toda página en los que se desacreditaba al Gobierno de Puerto Rico, tildándolo de corrupto y de practicar políticas similares a las de Venezuela y Argentina.
El grupo conservador American Future Fund -creado en 2007 por colaboradores de la campaña del republicano Mitt Romney-, se hizo responsable de esos anuncios, pero en Puerto Rico se ha publicado que esa campaña fue instigada por Doral Bank y por el Partido Nuevo Progresista (PNP), la principal formación de la oposición.
El conflicto de Doral Bank con el Gobierno boricua surgió después de que el Ejecutivo decidiera considerar nulo un acuerdo de 2012 que Hacienda mantenía con el banco para el reembolso de 229,8 millones de dólares relacionados con cantidades pagadas en exceso por concepto de impuestos.
El banco presentó en junio una demanda contra el Gobierno y, después de los intentos infructuosos de llegar a un acuerdo entre las partes, está previsto que esta semana arranque el correspondiente juicio.
Desde el Gobierno se alega que aquel acuerdo nunca tendría que haberse firmado y llama la atención sobre el hecho de que quien por entonces era responsable de Hacienda pasó a trabajar como vicepresidente del banco poco después de la firma.
En lo que va de año este banco ha perdido más de la mitad de su capitalización bursátil en la Bolsa de Nueva York (-57,54 %), hasta algo menos de 45 millones de dólares.
La cantidad que Doral reclama se corresponde con unas reducciones en las ganancias de las que el banco originalmente había informado en sus estados financieros para el período comprendido entre 2000 y 2004 por la revalorización de activos vendidos por la entidad durante esos años.
La Hacienda de Puerto Rico, que también está en apuros y busca aumentar sus ingresos para sanear las delicadas cuentas públicas de la isla, aduce que Doral Bank y sus afiliadas nunca pagaron contribuciones en exceso por dicha cantidad.
La Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC) también mantiene abierta una investigación sobre cierta documentación presentada por el banco, que no ha presentado los resultados de los últimos trimestres.
Además, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de EE.UU. (FDIC) le dijo que no podía incluir en sus cuentas 289 millones de dólares que contabilizaba como en créditos contributivos y le exigió que elevara su capital para ajustarse a los requerimientos legislativos.
El pasado julio, el banco se vio obligado a vender 824 millones de dólares de su cartera de hipotecas residenciales y comerciales a la entidad financiera Abbey Finance Holdings PR. EFE
