SANTO DOMINGO (AP) .- Jean Claude Duvalier debe enfrentar la justicia, consideró el sábado en Santo Domingo el mandatario René Préval en sus primeras declaraciones públicas sobre el regreso del ex dictador de su país.
El gobernante se abstuvo de precisar si estuvo informado con anticipación de la sorpresiva llegada de Duvalier a Haití, quien el 16 de enero puso fin a sus 25 años de exilio en Francia. Sin embargo, afirmó que el ex dictador tenía derecho de volver.
“La constitución haitiana prohíbe el exilio”, enfatizó Préval en varias ocasiones durante una conferencia de prensa con el presidente dominicano Leonel Fernández en el Palacio Nacional de Santo Domingo, en la que sólo respondió de forma estricta a tres preguntas.
Préval, acompañado por el primer ministro Jean-Max Bellerive, realizó una sorpresiva visita de cuatro horas a Fernández para “dialogar sobre la situación política” de Haití y otros temas de importancia bilateral, como la epidemia del cólera.
El mandatario precisó que el retorno de Duvalier y el eventual regreso del ex mandatario Jean Bertrand Aristide, quien está exiliado desde 2004 en Sudáfrica, “no dependen de mi decisión, es la constitución del país que prohíbe el exilio”.
“Duvalier tenía derecho de regresar al país, pero según la constitución también debe responder ante la justicia”, explicó el gobernante, al recordar que un juez de instrucción ya fue apoderado de la investigación judicial contra el ex hombre fuerte de Haití.
El ex dictador conocido como Baby Doc (1971-1986) arribó de forma sorpresiva el 16 de enero a Puerto Príncipe y en una conferencia de prensa dijo la víspera en Haití que había regresado para ayudar en la reconstrucción del país, devastado por el terremoto del 12 de enero del 2010, en busca de “reconciliación” y para enfrentar la “persecución” judicial.
La fiscalía haitiana y un juez de instrucción investigan las acusaciones sobre desvío de fondos públicos, torturas y violaciones a los derechos humanos cometidos durante el sanguinario régimen de Baby Doc y de su padre, Francois Duvalier (1957-1971).
“Si Duvalier no está en prisión ahora es porque no ha sido juzgado aún”, indicó Préval, quien en años anteriores había reiterado que si el ex dictador regresaba a Haití sería juzgado por los crímenes cometido durante su gobierno.
Duvalier sucedió a su padre en 1971 en calidad de presidente vitalicio. Heredó también de Papa Doc los métodos represivos y la eliminación sistemática de opositores a través de la policía secreta “Tonton Macoutes”, que convirtieron a ambas dictaduras en uno de los periodos más oscuros de Haití.
Fernández aseguró que en su encuentro con Préval no se trató ninguna eventual solicitud de asilo para algún haitiano.
El canciller dominicano, Carlos Morales Troncoso, había revelado la víspera que Duvalier “tiene impedimento de entrada” al territorio dominicano desde 2004.
Fernández detalló que la reunión tuvo como propósito conocer de la voz de Préval la situación electoral por la que atraviesa Haití y los plazos que se deben cumplir para la transición de mandos, prevista originalmente para el 7 de febrero.
La elección del nuevo presidente permanece en el limbo, luego de los presuntos fraudes detectados en la primera ronda electoral, celebrada el 28 de noviembre, para favorecer al candidato de Préval, el funcionario de la construcción Jude Celestin.
Aunque una comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) reveló las irregularidades y pidió excluir a Celestin de la segunda vuelta, el Consejo Electoral Provisional (CEP) se ha abstenido de acoger el informe.
Fernández rechazó revelar si Préval le había solicitado mediar en el conflicto electoral e insistió en la necesidad de esperar la revisión de la primera ronda de comicios que el CEP deberá entregar el 31 de enero.
Recordó además que, aunque el periodo constitucional de Préval vence el 7 de febrero, el mandatario cuenta con la alternativa legal de permanecer en el puesto hasta mayo, si lo el CEP, lo decide que se celebren los comicios antes de esa fecha.
Fernández recordó que ante posibles conflictos en el vecino Haití, la vigilancia fronteriza ya ha sido reforzada.
