Miedo y ley ambiental
Las emisiones de Co2 que se expresan en estudios internacionales sobre nuestra isla es digna de ser tomada en cuenta por el nuevo ministro de medio ambiente, nótese que no lo involucramos en la discusión de áreas protegidas y su posible nueva ley, pues para eso tiene una subsecretaría que debe ser eje prioritario en ese concepto y voz cantante con todos sus ejecutivos entre ellos el Subsecretario y sus funcionarios medios inmediatos como son la Dirección de Biodiversidad o Vida Silvestre (nombre muy mal puesto en un país actual y sin nada realmente silvestre) y la Dirección de Áreas Protegidas, quiénes deben estar al frente de todo este complejo cambio de estructura legal.
Esta vez la voz cantante no debe estar en manos de sectores que se ajustan a intereses según sus criterios para no volver a crear el esquema dejado por el congreso del 2000-2004, sino que esta vez esta subsecretaría debe asumir prioridad, con sus especialistas a modificaciones, delimitaciones, denuncias sobre apropiación de terrenos, y cualquier evento que haya alterado cualquier espacio protegido por ley y que sin proponérselo, solo hemos visto tímidas declaraciones en este tenor, y nos preguntamos, además del Ing. Martínez, a quién consideramos muy capaz en esa área, no existe nadie en áreas protegidas capaz de dar el frente a situaciones como las que están sobre el tapete público.
En aspectos esenciales como la emisión de Co2, la misma Subsecretaría de Gestión Ambiental y su Departamento de Protección Ambiental deben dar explicaciones de sus propósitos claramente a la ciudadanía ya que son muchas industrias las que usan estos espacios protegidos para fines de beneficios pecuniarios como los ecoturísticos?, pero además existen empresas que arrojan sus emisiones a ríos ubicados dentro de zonas de amortiguamiento y que deben ser regulados con los nuevos cambios que se estipulan en las modificaciones esenciales de la nueva ley. (Es decir que no es un Trabajo de un solo sector, algo que estamos a punto de afirmar, aunque debemos esperar un tiempo para hacerlo).
De allí nos proponemos no participar en asuntos de modificaciones vía algún sector ajeno a las decisiones fundamentales de cambios ene las estructuras de la ley 202-04; porque de hacerlo nos hacemos participes de salvaguardar el mutismo de aquellos que son los que deben asumir la voz cantante pues para ello fueron electos por el Ejecutivo para Funcionar en sus respectivas funciones Públicas.
Conocemos Las inquietudes de muchas entidades de discusión sobre espacios protegidos, pero también conocemos la ingerencia de muchas organizaciones no gubernamentales que tienen intereses creados desde determinadas entidades internacionales y agentes económicos locales que querrán influir en los cambios de esa estructura legalmente Dominicana y destinada a salvaguardar no solo los espacios protegidos, sino la vida nacional. Que es a la larga la más beneficiada si esto se hace bien.
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