El Nacional
El Gobierno de Ecuador dio a conocer una síntesis del informe de la auditoria de la deuda externa de ese país, que revela graves acciones perniciosas e ilegítimas en detrimento del pueblo ecuatoriano, para favorecer a poderosos acreedores privados y empresas transnacionales.
El informe fue entregado a El Nacional por el embajador de Ecuador en República Dominicana, doctor Carlos Manríquez, quien remitió además, un breve discurso del presidente de su país, Rafael Correa, pronunciado el 20 de noviembre en el auditorio de CIESPAL, en Quito.
De acuerdo al informe, los organismos multilaterales de crédito distrajeron su misión estipulada en sus convenios constitutivos y promovieron sistemas de endeudamientos perniciosos y desleales con los países miembros.
Agrega que esos organismos se aliaron a poderosos acreedores privados y empresas transnacionales para salvar deudas ilegítimas como las negociadas en el Plan Brady, sin escatimar inescrupulosas distorsiones detrimento del destino de los créditos.
El informe asegura que esas distorsiones alteraron sustancialmente los respectivos convenios de préstamos concertados.
Mediante créditos atados entre sí se impuso un modelo uniforme, ajeno a la realidad nacional, que debilitó la capacidad del Estado para plantificar, impulsar y orientar el desarrollo nacional en función de garantizar los intereses de grupos de poder nacional y transnacional, dice el informe.
Agrega que los créditos multilaterales establecieron condicionamientos atentatorios a los intereses del pueblo ecuatoriano, generaron inestabilidad política y continuos enfrentamientos entre el Gobierno y sectores sociales.
Revela que los condicionamientos impuestos a través de los créditos generaron impactos en el goce de los derechos fundamentales de personas y pueblos, se violentaron derechos a la salud, educación, trabajo, a la alimentación y al ambiente sano.
El informe de la auditoria dice que a pesar de los altos niveles de endeudamiento, las condiciones de vida de la población ecuatoriana, especialmente de los pueblos indígenas, campesinos y afro descendientes, en particular de las mujeres, no han mejorado.
