PANAMÁ, 16 Feb 2013 (AFP) – Estados Unidos tuvo responsabilidad en la muerte del líder panameño Omar Torrijos en 1981, pues trataba de aupar al general Manuel Noriega e impedir una salida pacífica a las guerras civiles en Centroamérica en esa época, asegura un alto mando militar panameño que en breve publicará un libro.
“Lo de Omar (Torrijos) fue un complot criminal”, asegura el coronel retirado Roberto Díaz Herrera, primo y secretario de Torrijos durante su gobierno, en el libro “Omar, de cuerpo entero” al que ha tenido acceso la AFP.
“Por razones geopolíticas muy claras, Omar Torrijos estorbaba. La operación tuvo que ser realizada por la CIA y otros estamentos militares y de seguridad norteamericanos”, añadió Díaz.
En su obra, que será presentada a finales de febrero, Díaz incluye anécdotas, testimonios y documentos relacionados con el general que lideró hasta su muerte el régimen panameño desde el golpe de 1968.
Torrijos murió el 31 de julio de 1981 cuando el avión en el que viajaba se perdió y cayó a tierra a causa de un accidente, según la versión oficial, aunque Díaz asegura que el aparato fue objeto de un atentado mediante explosivos.
El líder nacionalista panameño firmó en 1977, junto al presidente estadounidense Jimmy Carter, los tratados que cedieron a Panamá la soberanía del Canal a fines de 1999.
Según Díaz, Torrijos pretendía utilizar su influencia, tanto en gobiernos como en las guerrillas de Centroamérica, para evitar radicalismos y llevar al plano civil y político los enfrentamientos armados que se vivían en la región, algo a lo que Washington se oponía porque prefería una derrota militar de la izquierda.
“Torrijos buscaba la paz, no la guerra”, afirma en su libro Díaz, de 74 años y exembajador panameño en Lima (2004-2009).
El exmilitar asegura que con la muerte de Torrijos, Estados Unidos buscaba también la llegada al poder del general Manuel Antonio Noriega, que entonces fungía como jefe de inteligencia, presumiblemente a sueldo de la CIA.
El gobierno de Reagan requería “un hombre controlable y obediente” y Noriega, quien llegó al poder en 1983, “reunía totalmente esos requisitos”, dice el militar retirado.
“Le conocían al detalle sus vínculos con el narcotráfico y andanzas criminales, con lo cual lo tenían agarrado por los testículos”, añadió.
Según Díaz, Estados Unidos utilizó a Noriega en su plan de entregar armas financiadas con la venta de drogas a los opositores al gobierno sandinista de Daniel Ortega, un escándalo que se conoce como la conexión Irán-contras.
Sin embargo, en 1989, Estados Unidos invadió Panamá y derrocó a Noriega, quien hoy cumple condena en una cárcel panameña por desaparición de opositores.
Antes de ser extraditado hacia su país en diciembre de 2011, Noriega cumplió 21 años de prisión en Estados Unidos y Francia, por narcotráfico y lavado de dinero.
A Díaz, quien estuvo preso y exiliado en Venezuela tras denunciar al régimen de Noriega, del que era número dos, no le cabe “la menor duda” de que el exdictador “participó en el complot” contra Torrijos.
“Entre todos los secretos mayúsculos en la mente” de Noriega, “el complot que acaba con la vida del general Torrijos debe ser uno de los más grandes”, dice el libro.
