Las largas horas de trabajo a veces hacen difícil que se pueda asumir una buena rutina de ejercicios para estar en forma.
Pero esto no debe mantenerte inactivo. Esos días en los que no puedes caminar ni ir al gimnasio puedes ingeniártelas para sacar provecho ahí mismo…sí, en la misma oficina, frente a todos, pero de manera disimulada.
Buenos ejemplos:
– Cuando estés sentado en tu escritorio toma el hábito de mover de quitarte los zapatos y mover los pies por unos segundos, luego mueve los dedos y si puedes haz movimientos ligeros con las piernas.
– No desaproveches la oportunidad de estar parado, sobre todo si tu trabajo es sentado por muchas horas. Ponte de pie, contesta el teléfono y mueve las piernas.
– Mientras estés sentado en tu silla levanta una pierna, cuenta hasta tres, baja el pie sin tocar el piso y sostenlo por varios segundos. Repite con la otra pierna y haz 15 veces con cada una.
SALUD
Metas para adelgazar
Cuando se trata de adelgazar es bueno que tengas claro tus metas. Es importante que estas sean específicas, trata de cumplir con tus objetivos menores antes de cumplir con ellas, debes plantearte un límite de tiempo, lleva tu diario de alimentos y ejercicios, enumera los hábitos que necesitas modificar, disfruta tus cambios: si los hábitos saludables son un sacrificio para tí piensa en los beneficios que le proporcionan a tu salud.
Beneficios de los ejercicios en el cerebro
¿Sabías que los ejercicios no solo tienen resultados beneficiosos en tu cuerpo? Pues sí, también es bueno para tu salud cerebral, debido a que ayuda a generar más neuronas, ayuda a tratar y prevenir la depresión, mejora las funciones ejecutivas (las habilidades mentales para cumplir tareas complicadas o resolver problemas complejos), mejora la capacidad de concentración, aumenta la flexibilidad cognitiva, mejora la memoria a largo plazo, ayuda a mantener la materia gris y alivia el estrés y reduce la ansiedad.
– Qué te parece aprovechar mientras salen tus copias de la impresora hacer sentadillas con una pierna o con las dos. O tomar algún objeto cercano y levantarlo varias veces con los brazos.
– Lleva siempre tu agua al trabajo y ten en cuenta tomarte, mientras trabajas, una parte de los ocho vasos que debes ingerir a diario.
– Si te gusta el té o el café y lo sirven en tu lugar de trabajo, sería bueno que no dejes que te lo lleven, sino que lo vayas a buscar y así aprovechas para caminar. No tomes los ascensores, ejercítate en las escaleras y súbelas y bájalas dos veces cada una.
– Casi a la hora de salida, siempre sentimos un poco de cansancio y en ocasiones dolores de espalda y tensión. Descárgala con un buen estiramiento: levanta tus brazos por encima de tu cabeza como si quisieras tocar el cielo. Sostén por al menos 10 segundos.
– Para estirar y relajar el cuello, inclina tu cabeza de manera que tu oreja casi toque el hombro. Luego, con tu mano presiona suavemente la cabeza hacia el hombro. Repite con cada lado.
– Para estirar la parte posterior de tu muslo y tu espalda, aleja tu silla del escritorio y pon el pie sobre él, de manera que la pierna quede estirada. Inclínate hacia la pierna hasta que sientas un estiramiento en la parte de atrás de ésta. Repite con la otra pierna.
– Si trabajas con computadora, es buena idea ejercitar tus dedos. Ponlos en descanso por unos segundos y luego muévelos como si agarraras algo, varias veces. Luego regresa al trabajo.
– Camina durante tu hora de almuerzo y ¡sube las escaleras!
