Golpe, democracia y golondrinas

Lo que está en juego en Honduras, no es el futuro político de un Presidente, ni la cuestión de si ese pueblo y su gobierno constitucional han girado de la derecha al centro político.

Lo que está en juego en Honduras, no son las luces o sombras de un presidente electo democráticamente por los hondureños. Ni las honduras teoréticas de una discusión entre Maquiavelo y Sartori, sobre si es conveniente o no que un país tenga un presidente al que, viniendo de la derechona, un día se le apareció la virgen de los desamparados y giró hacia la izquierda.

Nada de esto es fundamental ni definitorio, y es que el asunto es más grave, es muchísimo más grave.

A lo que remite este Golpe, es a la vuelta infeliz de la América Morena a los tiempos en que la derechona sólo respetaba las urnas cuando sus resultados les eran favorables. Juan Salvador Allende y Bosch, lo sabe. Y es que para entonces, siempre había una Embajada arrogante, un general dispuesto a casarse con el diablo, un oligarca resentido/político fracasado empecinado en dirigir un país, o un cura difamador concentrado en lo suyo. Hagan memoria, aquí sabemos de eso.

Este Golpe de Estado a cinco meses del fin de un gestión de gobierno, viene a demostrar que las oligarquías rancias de nuestras América no han aprendido nada, ni se han enterado de que, finalizada la Guerra Fría, los EEUU no están ya por la labor de repetir sus errores, Obama quiere ser líder y no gendarme. Ya la OEA ni es fea ni es cosa de risa.

Este golpe ofrece a EEUU, UE, ONU, OEA, SICA, ALBA, a Tito y la María enamorada, la oportunidad de demostrar su compromiso verdadero con la democracia, incluso cuando esta sea gris, injusta, papelera, cínica o populista, como la nuestra. Y es que si no se es demócrata en la derrota, entonces, sencillamente no se es demócrata y las oscuras golondrinas volverán