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El Gobierno de Venezuela desde el siglo XIX siempre mantuvo interés de tener en su país las cenizas de los restos de Alonso de Ojeda, quien fuera el descubridor de esa tierra sudamericana.
La primera gestión venezolana para obtener los restos de Ojeda fue en 1899 ante el gobierno de Ulises Heureaux, bajo el argumento que le erigirían un panteón en Maracaibo a su primer explorador.
El Congreso Nacional y personalidades políticas e intelectuales, entre ellas, el historiador Emiliano Tejeda, se opusieron a tal pedido.
El presidente venezolano Eleazar López Contreras, quien fundó la ciudad Ojeda, en el estado de Zulia, también hizo similar solicitud.
López Contreras aspiraba a tener en esa ciudad los restos del navegante español. Este deseo también fue fue rechazado por el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo.
Los últimos intentos del Gobierno venezolano fueron en los años 1942 y 1949. No existen evidencias de que luego de esas diligencias el Gobierno venezolano siguiera con ese propósito.
Vida desafortunada
Dicen los cronistas de la época que de todos los aventureros que llegaron a este continente, Ojeda es quizás el prototipo que reunió las cualidades y defectos de los antiguos caballeros españoles de la Edad Media que lograron trascender en la historia tras la llegada de los españoles a lo que hoy se conoce como América.
Físicamente, el conquistador era pequeño, de fuerte contextura física, buena imagen y ojos grandes e inquisitivos.
Refieren que le gustaba de presumir de sus dotes de acróbata frente a la reina Isabel. Y que debido a su condición física escapó en varias oportunidades de diversos linchamientos en enfrentamientos con los indígenas en La Hispaniola y en territorio de Venezuela. Afirman que era valiente hasta la temeridad, vengativo hasta la crueldad, tierno de corazón con los débiles y cortés con las damas.
El cronista Bartolomé de las Casas asegura que además era pendenciero y revanchista, atrevido, maestro en armas, malgeniado y extremo creyente de sus deberes religiosos.
Dijo que supo ganarse la buena voluntad del influyente y hábil político Juan Rodríguez de Fonseca, quien se convirtió en su mentor.
Ojeda era un hombre con una ambición de lograr rápidamente poder y dinero. Por eso su interés en ponerse al frente de las expediciones en territorios inexplorados.
Primera expedición
La primera expedición importante de Ojeda zarpó desde el puerto de Santa María siguiendo la ruta del tercer viaje de Colón. Estuvo acompañado del navegante italiano Américo Vespucio y el cartógrafo Juan de la Cosa.
Ojeda arribó a Trinidad, pasó por la isla de Margarita, Cumaná, se aprovisionó de aguas y frutos en Puerto Cabello y Tucacas. Entonces siguió a Curazao, Aruba, Bonaire, la península de Paraguaná y llegó a la garganta del Lago de Maracaibo entre el 9 y el 24 de agosto de 1499.
Cuando Ojeda se adentró en un golfo y observó un pequeño poblado lo llamó Venezuela o Pequeña Venecia, debido a que las viviendas estaban construidas con troncos sobre el agua que se asemejaban a Venecia.
Ojeda hizo el primer recorrido detallado y total hecho por los españoles de las costas de lo que hoy es Venezuela. También permitió a su acompañante Juan de la Cosa trazar el primer mapa conocido de la actual Venezuela.
Ojeda siguió su recorrido llegando hasta la región atlántica de la actual Colombia y en 1508 fue designado por la Reina Isabel la Católica gobernador de Nueva Andalucía, que es parte de ese territorio. Al año siguiente quiso adentrarse en esa demaración con una expedición que zarpó de Santo Domingo, pero allá encontró la resistencia de los nativos. En combates murieron decenas de españoles y cientos de indígenas.
Ojeda decidió trasladarse en sus navíos hacia el golfo de Uraba, donde ancló y erigió un fortín llamado San Sebastián el 20 de enero de 1510.
En ese lugar también fue atacado por los indígenas que defendían su territorio.
Durante el curso de los combates, Oviedo fue herido con un flechazo envenenado en una pierna lo que lo obligó a retornar a Santo Domingo y se internó en el Monasterio de San Francisco donde murió en 1515.
Para los venezolanos Ojeda es el conquistador de su territorio.
UN APUNTE
Ojeda casó con indígena
Alonso de Ojeda se casó con la guajira Isabel, del territorio conquistado. Fue la primera americana en casarse con un conquistador y visitar las cortes españolas en calidad de señora. Con sus tres hijos legítimos, representa el origen del mestizaje latinoamericano.
