Opinión

El padrón del patrón amaneció en las urnas

El padrón del patrón amaneció en las urnas

Ya lo habíamos previsto en el artículo publicado la semana pasada en los diarios El Nacional y Hoy: “Con el padrón del patrón un núcleo político con sombría perspectiva de reformismo informal ha “organizado” una “convención” para elegir como su presidente a Miguel Vargas Maldonado. Y agregábamos: “… el guión está escrito y ensayado…” “…no se precisan de mayores evidencias para predecir el resultado de esa convención”.

Y en efecto, los hechos excedieron el presagio: creación de centros de votación en las casas de partidarios de Miguel Vargas Maldonado; impedimento a los opositores a tener delegados en los centros de votación; acortamiento del lapso para ejercer el voto situándolo entre las 7 de la mañana y las 3 de la tarde; inicio de las votaciones a las diez, once o doce del día; centros de votación donde no se sufragó para impedir hacerlo a sus opositores; cierre de la votación en múltiples mesas antes del límite fijado; provocación de situaciones peligrosas no permitiendo al candidato Guido Gómez Mazara y a otros perredeistas ejercer de manera normal y democrática su derecho al voto; urnas amanecidas con el padrón del patrón; ofensa a la inteligencia del pueblo dominicano mediante declaraciones, a cual más mentirosa y bufonesca, de los “organizadores” de esa “convención”.

¿Cuántas veces hay que repetir que Miguel Vargas Maldonado no es un demócrata ni entiende ni le interesa la democracia, puesto que ha hecho de aquel Partido Revolucionario Dominicano esperanzador una minúscula compañía por acciones en la que él, socio monopolista, no sabe de compañeros sino de empleados? Y en esa “convención” actuó en consecuencia: impuso el padrón del patrón sin ningún miramiento, golpeándose el pecho con justificaciones seráficas acerca de la “dolorosa” defensa de la “convención institucional”. Y ya hoy día, “a troche y moche”, sigue siendo el presidente de su partido Revolucionario Dominicano minoritario. Con el mismo método, con el padrón del patrón, se otorgará la candidatura a la presidencia de la República. Y será presidente y candidato de ese partido porque está convencido de que a cualquier acción jurídica orientada a anular sus pantomimas encontrará el rechazo de la institución trascendida por las “virtudes democráticas” de Leonel Fernández Reyna.

Dijimos en el artículo citado que no queríamos contraponernos al gesto de Guido Gómez Mazara decidiendo participar en esa “convención” porque estábamos persuadidos de que con sólo poner en evidencia las trapacerías de Miguel Vargas Maldonado era hacerle un favor a los genuinos perredeístas. Y nos expresábamos de esa suerte porque desde hace buen tiempo hemos venido pensando en algunos jóvenes perredeistas que permanecen al lado de Miguel Vargas Maldonado. ¿Fidelidad al presidente, ambición, amor a un partido Revolucionario Dominicano minoritario y antidemocrático?

A esos jóvenes queremos reiterarles lo que también expresamos en lo publicado la semana pasada: “el Partido Revolucionario Dominicano es más, infinitamente más, que un nombre, una bandera, un jacho, un himno. Y esto así, porque lo que define e identifica su verdadera naturaleza es, indefectiblemente, su vocación para un ejercicio político democrático, para una sincera voluntad puesta al servicio del rescate de los excluidos, para propiciar el desarrollo de quienes carecen de protección en sus derechos, para alentar en las instituciones la lealtad al Estado de Derecho, para respetar y proteger el patrimonio de los dominicanos, para evitar el saqueo de la hacienda pública, para promover la solidaridad, para sentir, profesar y propugnar por la igualdad del ser humano sobrepasando criterios de raza, religión, credo político, situación económica o social. Y es, además, para prohijar el propósito indeclinable de seguir las ejemplares huellas de sus ilustres muertos”.

El Nacional

La Voz de Todos