Opinión

El papel de los jueces

El papel de los jueces

El Estado constitucional social de derecho se funda en valores y principios que se ven plasmados en todo el régimen jurídico y rigen las funciones estatales.

Así, la fuerza normativa de la Constitución y el consecuente carácter vinculante de los derechos fundamentales allí reconocidos, hacen posible predicar que en el núcleo del interés público yacen los fines prácticos que inspiran el desarrollo de las funciones del Estado con el sistema de derechos humanos que la Ley Suprema reconoce, garantiza y promueve.

Ahora bien, “En el cumplimiento de sus funciones y en el ejercicio de sus actividades, es comprensible que el Estado llegue a lesionar a los administrados o particulares, sea en sus derechos patrimoniales o no patrimoniales.

De ahí surge el problema de la “responsabilidad del Estado”.

En el modelo de organización constitucional, la responsabilidad patrimonial del Estado es una nota esencial del Estado de Derecho, que abandona por completo la teoría de la inmunidad soberana como sustento de la infalibilidad estatal y, por ende, de su irresponsabilidad.

La sociedad dominicana demanda una reparación de los daños provocados por sobornos de Odebrecht
El derecho a obtener una reparación que, en la medida de lo posible, restablezca al particular afectado en la posición que hubiera tenido si el hecho lesivo no se hubiera producido, no sólo concierne a la protección del derecho de propiedad e igualdad sino a la misma dignidad del hombre.

La Justicia es el ideal que significa uno de los mayores anhelos de la humanidad. Si dicha labor no se realiza o se hace tardía o defectuosamente, en un verdadero estado de derecho, se debe determinar si el Estado debe responder por tales acciones u omisiones.

Se ha dicho hasta la saciedad que, la crisis, que agita la sociedad civil de hoy, es una sociedad, más de inteligencia que de conciencia; donde el progreso moral no está al paso con los asombrosos adelantos tecnológicos y científicos; allí, donde -a mi humilde criterio personal- la ruptura de coherencia entre “moral” y actividad profesional es la causa profunda de los resentimientos y de muchas injusticias, que amargan la existencia de la población.

El Nacional

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