Opinión

El problema de la Barrick Gold

El problema de la Barrick Gold

En gran medida el actual viacrucis al que viene siendo sometida la Barrick Gold en sus operaciones en la mina de Pueblo Viejo, es la responsabilidad casi exclusiva de su sorpresivamente torpe departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas. Al parecer no valieron de nada las experiencias de la Barrick Gold alrededor del mundo, o la experiencia anterior de la Falconbridge en el país al iniciar sus operaciones. Por alguna inexplicable razón los encargados de las relaciones públicas de Barrick Gold ignoraron el hecho de que República Dominicana es un país del tercer mundo, y que por tanto era cuestión de tiempo para que actuara como tal, y ocurriera lo que hoy estamos viendo.

La Falconbridge en sus inicios recibió el mismo tipo de ataques que los que hace unos años se iniciaron frente a la Barrick. Contrario a esta última, ese proyecto minero salió al frente de los mitos y mentiras sobre sus operaciones inmediatamente estos surgieron, y fijó como prioridad, para la garantía de su inversión, crear una estrecha relación con las poblaciones cercanas. Los resultados fueron evidentes; el cese temporal de las operaciones de la Falcombridge en el 2009 fue tratado en ese entonces como una tragedia nacional.  

La campaña desplegada por la Barrick Gold ahora, con el fin de cambiar la percepción pública sobre sus operaciones en el país, viene siendo sumamente insuficiente y llega muy tarde.

Me parece extraño que en el área de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Barrick Gold, no supieran que eso de continuidad del Estado en República Dominicana es solo tinta para adornar libros. Como es solo natural que en el tercer mundo sea el Congreso el que se deba al Ejecutivo y no a la inversa como en los países desarrollados, no debía sorprenderles que al cambiar el Ejecutivo, de repente el mismo Legislativo que te aprobó un contrato, te iba a decir lo contrario. 

Es impresionante que al relucir en la prensa un cambio en el horario de los turnos laborales dentro de la mina, extendiendo el turno nocturno hasta la madrugada, la Relaciones Públicas de la Barrick Gold permitan que lo que resuene es el “abuso y explotación”, y no la realidad de que esto se produce para evitar que más de sus empleados, todos dominicanos, sigan resultando heridos tanto de camino a sus puestos de trabajo como mientras lo realizan dentro de la mina.      

Es penoso que luego de no decir nada en años, las Relaciones Públicas de la Barrick Gold sean incapaces de comprender que el problema de la Presidencia con ellos es actualmente más político que económico o contractual. Ante la incapacidad de la empresa en trabajar su imagen con la prensa y aclarar en cada ocasión que fuera necesario, la opinión pública exacerbada realmente no daba al actual Presidente mucho espacio para maniobrar. Y ciertamente hablar de “no negociar” ya en este contexto, es una metida de pata mayúscula de relaciones públicas.

De República Dominicana yo no puedo esperar más de lo que se viene dando, somos un país tercermundista y es solo razonable que siempre actuemos como tercermundistas. Pero que una empresa minera del tamaño y la experiencia de la Barrick Gold maneje sus relaciones públicas en la forma que lo viene haciendo, ya eso es inaudito.

El Nacional

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