Opinión

El retorno de la derecha

El retorno de la derecha

Así como el ascenso de Hugo Chávez transformó el mapa electoral latinoamericano, los últimos acontecimientos políticos revelan un retorno a las opciones conservadoras que en los últimos diez años fueron derrotadas en procesos democráticos.

 Derrotado Salas Romer en Venezuela, surge una corriente que con  eficiencia aniquiló toda manifestación del sistema político tradicional y se estableció una tendencia de aupar proyectos alternativos. Ahora, el discurso populista, la vuelta al control estatal y la profundización de los males que caracterizaron los gobiernos de la democracia formal han ido creando las condiciones para una vuelta a las propuestas políticas co-responsables del  fracaso de los años 80 y 90.

 Tanto en México, Panamá, Chile y Colombia  el triunfo electoral de candidatos con perfil conservador obedeció a factores propios de esas sociedades y a la incapacidad política de sectores liberales que, con  fatal reiteración, exhiben  enorme capacidad para fragmentarse. Y si algo ha tenido la lógica de actuación de la derecha en el continente es su enorme capacidad para agenciarse y retener el poder, por encima de las discrepancias normales en la lucha política.

 Lo ilógico y hasta imprudente es pensar que las recientes victorias electorales terminarán liquidando toda manifestación liberal. Los pueblos poseen una enorme capacidad para olfatear las opciones coincidentes con el pliego de aspiraciones ciudadanas. Por sentido común, cuando las propuestas desilusionan, vuelven a fórmulas sistémicas.

   Los que desarrollan interpretaciones antojadizas sobre la realidad social de nuestros países se pasan de listos al acomodar localmente fenómenos que no pueden reproducirse al calco. Por el contrario, los fracasos obedecen a intentos de importación que nunca toman en cuenta las peculiaridades del pueblo que, casi siempre, reacciona con ira cuando le toman el pelo.

 El triunfo de propuestas electorales conservadoras debe obligar a replantear la visión liberal en muchas sociedades que, injustamente han pretendido, una descalificación pura y simple, apelando a los fantasmas ideológicos de épocas superadas.

Cuando Felipe Calderón, Piñera, Martinelli y Santos conquistaron la victoria en sus respectivos países exhibieron una cualidad especial: imposibilitaron que el bloque liberal se compactara. ¡Por eso ganaron!

El Nacional

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