Opinión

El Senado haitiano

El Senado haitiano

Las investigaciones por soborno y tráfico de influencias para otorgar los contratos de construcción a las empresas de Félix Bautista en Haití, amenazan con destapar un nuevo escándalo, con un vuelo igual o superior al de los Tucano. La decisión de construir una universidad a 300 kilómetros de Puerto Príncipe, en lugar de reparar las destruidas escuelas de educación primaria, fue una decisión desacertada y evidentemente condicionada.

Después del terremoto, para muchos, reconstruir Puerto Príncipe era la prioridad principal. Una tarea difícil, dada la magnitud del daño, las pocas viviendas que tenían títulos de propiedad; y los terrenos baldíos que tenían múltiples propietarios, y para colmo, en Haití no se reconoce el titulo de una propiedad multifamiliar. (no hay propietarios de apartamentos en un segundo o mas pisos).

Los fundadores del Estado Haitiano, se encargaron de distribuir la tierra entre los campesinos y el tamaño de la propiedad particular, se fue reduciendo con las nuevas y numerosas proles. Una forma por la cual la gente valida su propiedad, es por las tumbas de sus ancestros, en consecuencia se encuentran tumbas o verdaderos mausoleos en los patios de las casas.

Pese al grave riesgo, muchas edificaciones agrietadas siguieron habitadas, después de recibir un “paño con pasta”. El destruido centro de la ciudad se trasladó a Petión Ville; zona donde viven los ricos, aunque llena de casuchas que levantaron los campesinos al lado de las majestuosas viviendas, cuando Aristide llegó y dijo -lavalas!

Otra propuesta fue trasladar la ciudad, pero se estimó incosteable y se optó por recoger y trasladar los escombros. Al momento del sismo, la Constructora Estrella, de origen dominicano reconstruía las carreteras, y sus equipos pasaron rápidamente a las labores de emergencia, acción por la que incrementaron su prestigio y respeto en la población haitiana.

Parecía la empresa más idónea para obtener los contratos de reconstrucción, sin embargo, apareció el “Rey midas” con sus influyentes socios (cómplices?), y después de algunos altercados, -incluso en la prensa dominicana- terminaron con contratas por más de 500 millones de dólares para un proyecto en “Mont cabrit” negocio que hoy mantiene “chivo” al senado haitiano.

El Nacional

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