Entre reconocimientos, música, amistad y despedidas, la embajada de la República de China (Taiwán) ofreció una recepción para celebrar el 104 aniversario de la fundación de esa nación.

La Primera Dama, Cándida Montilla de Medina; el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro; el Procurador de la República, Francisco Domínguez Brito; el Nuncio Apostólico de su Santidad, Monseñor Jude Thaddeus Okolo; la presidenta del Senado de la República, Cristina Lizardo; el ex vicepresidente de la República Rafael Alburquerque, el empresario José Luis Corripio Estrada, así como embajadores, autoridades gubernamentales y militares y nacionales taiwaneses residentes en el país, fueron recibidos a ritmo de merengue a su llegada al salón Anacaona del hotel Jaragua.

Luego de ser entonadas las notas de los himnos nacionales de ambas naciones, el embajador Tomás Ping Fu- Hou en compañía de su esposa María de Hou, al pronunciar su discurso, destacó los logros económicos de su país y recordó que “65 años atrás Taiwán era una sociedad no democrática y muy atrasada y ahora es la décimo novena potencia comercial a escala mundial”.

El embajador destacó cordiales relaciones entre su país y quisqueya, durante siete décadas. “En los últimos años estos vínculos se han sido fortalecidos a través de una serie de programas de cooperaciones en diversas áreas. El gobierno de la República de China (Taiwán) valora mucho estos lazos de hermandad, y desea profundizar y ampliar sus relaciones de cooperación bilateral para el futuro desarrollo de nuestros países”.

Ping Fu-Hou, aprovechó la ocasión para anunciar el fin de su misión diplomática en el país, y agradecer todo el apoyo brindado durante su estadía en el país.

Posterior a sus palabras el embajador de Taiwán recibió dos reconocimientos, el primero una bandeja de plata, de las manos del Nuncio Apostólico de su Santidad, Monseñor Jude Thaddeus Okolo, y otro del Senado de la República.

“Estos reconocimientos son un altísimo honor en mi vida diplomática, y es una fiel muestra de la amistad entre República Dominicana y Taiwán, lo que me hace sentir muy honrado. Muchas gracias”, expresó el embajador. Al finalizar el acto formal los presentes disfrutaron del tradicional baile del León.