Un arsenal de guerra, que se presume es utilizado por criminales y delincuentes, se encuentra en poder de la seguridad del empresario Winston Rizik Rodríguez, sindicado por las autoridades como uno de los narcotraficantes más sangriento y peligroso del país.
La información la ofreció el procurador adjunto Daniel Miranda Villalona, director de la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos, quien le dio 20 días a la seguridad de Rizik Rodríguez para que entregue dichas armas o de lo contrario lo buscará con los organismos de seguridad del Estado.
“Tienen 20 días para entregar y buscar las armas de guerra que ellos tienen en su poder, las cuales sospechamos que están en manos criminales y delincuentes que les servían a él como seguridad”, manifestó Villalona, entrevistado en Sabana Toro, San Cristóbal, en una finca de los hermanos Buitrago, durante la búsqueda de varias “caletas” que se presume están llenas de drogas y de dinero.
Manifestó que está haciendo las coordinaciones de lugar con los organismos de seguridad del Estado para buscar a esas personas, por lo que les recomendó que acudan por ante su despacho a entregar las armas.
“Es mejor que entreguen esas armas de fuego que no les corresponden, que son armas de guerra, y las vamos a analizar para determinar si tienen huellas criminales o si han participado en sicariatos”, declaró Villalona.
“Este es el último aspecto que nos preocupara del caso Rizik como seguridad ciudadana y para el control de la criminalidad”, manifestó Miranda Villalona.
Reveló que se trata de ocho a diez armas de guerras, a parte de las que se encontraron en los allanamientos que se hicieron en dos fincas de Rizik en Monte Plata y San Cristóbal.
Declaró que ningún ciudadano puede andar como armas de guerra, por lo que insistió en su entrega por parte de la seguridad del empresario Rizik.
Declaró que la mayoría de la seguridad se identifican con apodos, por lo que no ha sido posible su localización, pero que sin embargo se trabaja en la identificación de cada uno de ellos. Manifestó que en específico se trata de 10 ó 12 hombres que trabajan como seguridad de Rizik.
