Opinión

En el monumento

En el monumento

Violencia y criminalidad
Hechos de violencia y criminalidad ocurridos de forma recurrente nos presentan como una sociedad salvaje donde se impone la ley del más fuerte. En las últimas 24 horas al menos ocho personas han fallecido de manera violenta en Santiago, La Vega y Santiago Rodríguez. El más dramático de estos casos fue el de la anciana Ana Antonia Salcedo León, de 81 años de edad, quien residía en la casa 17 A de la calle tres de la Urbanización Padre las Casas, en el norte de Santiago y era madre de diez hijos residentes en Estados Unidos. Sus victimarios la ultimaron tras robar en la residencia. A ese hecho salvaje se unen otros casos que deben hacernos reflexionar como sociedad. Hay que dar ejemplos contundentes. Debe iniciarse en lo inmediato por lo que tanto han alegado los tratadistas de estas situaciones, comencemos por hacer cumplir la ley.

El canal

Productores agropecuarios de la Línea Noroeste están a la expectativa. La ruptura del canal de riego Ulises Francisco Espaillat colapsó la semana pasada al desplomarse gran parte de su estructura. La situación originada próximo a la comunidad La Delgada, en La Ciénaga, ha dejado una situación crítica para productores y cientos de familias sin agua. Plantaciones de rubros tan importantes para la zona como tomates y plátanos pone en jaque a quienes ponen la tierra a parir esos frutos. Coraasan está distribuyendo agua en camiones cisternas, mientras las autoridades del INDRHI trabajan a todo vapor y las 24 horas del día para desviar el agua del canal. No es una tarea fácil reparar tan importante medio de transporte del líquido. La recuperación tardará y deja consigo el sabor amargo de grandes pérdidas, por lo que corresponde a las autoridades buscar iniciativas que permitan a los afectados paliar los daños recibidos.

El derecho de Negro

El doctor Ramón Antonio Veras (Negro) tiene el suficiente poder social como para defenderse ante cualquier abuso que se cometa en su contra. Sin embargo, veo como lastimoso que las autoridades municipales no le hagan caso. Que los organizadores de grandes eventos no le tomen la palabra. Hace tiempo que él y sus vecinos vienen reclamando el derecho a una vida tranquila. Los residentes del sector La Zurza les son burlados sus derechos cada vez que en el área monumental hay una actividad.

Las calles de la zona se han convertido en el patio trasero de las celebraciones de carnaval y nadie repara en el daño que les causan a estas familias. El problema no es sólo de Negro Veras, que sabe defenderse solo y conoce los mecanismos legales de cómo hacerlo. El problema es que ante el bombardeo de intranquilidad del que son víctimas y sometidos constantemente sus vecinos, alguien tiene que repetir lo que ya ellos han dicho muchas veces. Ellos tienen una vida insoportable que les lleva a la desesperación, y no es solo que no aguantan el alto nivel de ruidos, es que ni siquiera tienen espacio para entrar o salir de sus casas. Los frentes de sus marquesinas son ocupadas por gente indeseable para ellos.

El drama de la gente de este sector se hace más insoportable los fines de semana cuando hay grandes eventos en la zona. Es muy sencillo. Con agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) y los de la Policía Municipal esas personas pudiesen conseguir un poco de paz. Es fácil legislar a favor de ellos.

El Nacional

La Voz de Todos