Opinión

ENFOQUE SEMANAL

ENFOQUE SEMANAL

Sin lugar a dudas que Freddy Beras Goico fue el humorista más grande que ha existido en el país, así como el más destacado productor de televisión y uno de los dominicanos más preocupados por los problemas sociales, siempre presto a elevar su voz de protesta contra cualquier cosa que considerara injusta.

Muy joven Freddy casó con la excelente cantante Luchy Vicioso, con la que procreó una hermosa familia, que concluyó en un lamentable divorcio por incompatibilidad de caracteres.

Como es lógico, al divorciarse se procedió a inventariar y repartir en partes iguales los bienes gananciales o comunes.

Freddy volvió a contraer matrimonio con otra dama respetable, doña Pilar, formando otra digna familia y terminando con el lamentable fallecimiento a destiempo del inolvidable artista.

Desdichadamente nos hemos enterado a través de las redes sociales de una amarga disputa entre las dos familias herederas de Beras Goico, por los bienes materiales del difunto, de la cual los únicos gananciosos resultarán los abogados apoderados, cuya tarifa, generalmente es del 30% de lo que reciban sus clientes.

De estos pleitos familiares salen a relucir cosas ignoradas por la sociedad, que nada bien hacen a quienes se involucran en estos afanes, y lo único que logran es enlodar reputaciones y malquistar a personas a quienes unen indisolubles lazos familiares.

Por grande que sean las sumas en disputa, la memoria de Freddy Beras Goico, uno de los dominicanos más grandes del siglo XX, debe mantenerse incólume, pues no hay dinero en el mundo que pueda equivaler a la impronta ganada por Freddy en casi seis décadas de lucha por el bien de la dominicanidad.

El caso de Juan Marichal

En estos días se ha pretendido también denostar la figura de Juan Marichal, el dominicano más grande que ha jugado en las Grandes Ligas, y único pelotero criollo miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, donde sin dudas con el tiempo llegarán otros grandes jugadores nuestros.

Y todo porque Marichal ha prestado su figura para anunciar una conocida marca de whisky, olvidándose quienes se dedican a esta denigrante tarea, que todos los deportistas, y no sólo los beisbolistas, tienen en la publicidad su segunda fuente de ingresos más importes, por lo cual nuestro Inmortal del Deporte debe seguir adelante con su gloriosa carrera, olvidándose de los perros que ladran a la luna. 

 Y hasta el próximo domingo con más   Jerez y  mas WhiskY…..

El Nacional

La Voz de Todos