Cristina Lizardo tiene razón en relación a la Asamblea Nacional.-
Luego de la vergonzante derrota infligida por el reelecto Presidente Danilo Medina al candidato del Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader por 61% al 35% de la votación ciudadana, esta entidad ha venido haciendo lo indecible para tratar de invalidar sus resultados.
Primero solo fue alegar de que había sido víctima de un fraude colosal, que nunca pudo probar porque solo existía en su imaginación, y luego de que se usaron los recursos del Estado a manos llenas para cambiar la voluntad popular, cosa también incierta y por último que se contó con la complicidad de la Junta Central Electoral, del Tribunal Superior Electoral y de las juntas provinciales y municipales, cosa absolutamente incierta.
Más tarde no asistir, ni los senadores ni los diputados al solemne acto de proclamación de investidura de los legisladores electos con el argumento de que no iban a concurrir a un show mediático, carente de validez.
Y el último argumento, como sacado del sombrero de un mago es que los opositores solo han recibido una copia, carente de validez, según ellos, en lugar del certificado original, a lo que le ha salido al paso, contundentemente, la presidenta de la Asamblea, Cristina Lizardo, quien tiene en su poder las actas originales que recibió en un tiempo prudente por parte de la Junta Central Electoral, haciendo constar la elección de cada aspirante.
Minou Tavárez Mirabal, por una rabiaca familiar renunció al partido de la Liberación Dominicana, al que debe su naciente carrera política, ignorando, ella que se la da de legalista, que el Presidente de la República es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y a nadie tiene que consultar para hacer las designaciones que considere convenientes .
En cuanto al vocero del Parido Revolucionario Moderno, señor Arroyo su insipidez, y sus argumentos, lo podemos comparar a los del cajuilito Solimán, mientras que Ramón Rogelio Genao, que debe sus últimos años en la Cámara de Diputados, a los votos morados que sacó en Jarabacoa es solo un malagradecido, que como dice la canción, “no más en la apuesta, puso y perdió!, al jugar al tránsfuga, creyendo que con el PRM iba seguro y le salió el tiro por la culata.
Y hasta el próximo domingo, con más Jerez y más Whisky
