Opinión

ENFOQUE SEMANAL

ENFOQUE SEMANAL

 

El director de Aduanas tiene razón

El Estado dominicano está organizado sobe el principio de la independencia de los Tres Poderes del Estado, divididos en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial, según lo cita la Constitución de la República, lo cual en modo alguno significa que uno esté por encima del otro según se demuestra en la escala anunciada.

Pero ahora tenemos un Estado organizado sobre la base de que el Poder Judicial ya no está sometido a la autoridad inapelable de la Suprema Corte de Justicia, como siempre había ocurrido, sino que ahora tenemos cuatro tribunales superiores, cada uno actuando por su cuenta con son el Tribunal Constitucional, el Tribunal Superior Electoral, el Tribunal Superior Administrativo y por supuesto, una Suprema Corte de Justicia, con el consiguiente maremágnum de que no sabemos cual decisión está por encima de otra.

Todo lo anterior lo decimos porque el Tribunal Superior Administrativo acaba de suspender la aplicación, a partir de este mismo día 15 de octubre, de la decisión de la Dirección General de Aduanas que había dispuesto que a partir de esa fecha, las compras por Internet menores de 200 dólares pagasen impuestos.

Ese Tribunal acogió un recurso presentado, ente otras interesadas por la Asociación de Courrier, o correo electrónico, la Cámara de Comercio Electrónico y otras entidades similares, con el argumento de que el recurso de amparo que habían interpuesto contra la decisión de la Dirección General de Aduanas fue aplazado hasta que el propio tribuna conociese en juicio de fondo el recurso de amparo elevado por las mismas.

Pero tiene toda la razón el director general de Aduanas, Fernando Fernández, abogar por la imposición de ese gravamen, no solo porque el Estado necesita recaudar otros cinco mil millones que produciría el mencionado Impuesto, debido al alto déficit del Gobierno Central de la República, sino porque las compras por Internet ya no son propias de una minoría de la clase media, sino que es un ardid que están empleando cientos de comerciantes, usando nombres de empresas creadas al vapor para tales fines, porque su afán de lucro, del 400 y 500% sobre el precio de las mercancías que compran en el exterior en grandes cantidades, se mantenga sin merma alguna.

 

Y hasta el próximo domingo con más Jerez y más whisky

El Nacional

La Voz de Todos