¿Qué Pasa?

ENTRE CIELO Y TIERRA

ENTRE CIELO Y TIERRA

  Cuando te roban te llevan un pedazo de tu historia. Sientes que desconocidos delincuentes invaden tu intimida y te dejan en cueros.

Si lo que te llevan es dinero la cosa puede que sea menos grave. El dinero va y vuelve, pasa por mil manos y en pocas se detiene, pero si son tus documentos personales, tus archivos y otras pertenencias que han andado contigo y solo contigo toda la vida, sientes que te quedas sin identidad. 

Si el robo sucede en medio de unas vacaciones las cosas son peores. Te sientes perdido en el medio del mundo. Nos pasó en Bogotá, Colombia. Nos parecía increíble. En principio no lo asimilábamos, hasta que piensas que tienes que seguir, que reaccionar, que las vacaciones a penas comienzan y que luego tienes que regresar y no tienes con que.

Pudimos escoger retornar y olvidarnos de nuestro sueño de conocer parte de este país andino, del avión que nos llevaría a Medellín a visitar el Museo Botero y disfruta del Pueblito Paisa con su bandeja incluida. Decidimos buscar soluciones y seguir la fiesta. La seguimos y la disfrutamos. No le dimos permiso a los ladrones para que fueran aguafiestas.

Nos costó reponernos. Pasamos un día dando declaraciones a unos policías que aun a dos meses del hecho no nos dan noticias. Tuvimos que ir al Consulado Dominicano en Colombia a buscar carta de ruta y recurrir a otros organismos internacionales en nuestra condición de diplomáticos, luego se nos dificultó dormir,  se nos dificultó recobrar la confianza y borrar de nuestra mente aquel elegante hombre trajeado que tomó nuestra mochila con un pedazo grande de nuestra historia dentro. Con nuestra cámara fotográfica, nuestra laptop con todos nuestros archivos, nuestra memoria externa con todas las fotos de los más importantes acontecimientos de nuestras vidas y mucho más.

Nos costó, pero nos repusimos y gozamos nuestro viaje. Ahora luchamos por liberarnos de las secuelas y lo logramos. Solo hay que proponérselo. Somos más cautos para que nuestras próximas vacaciones sean sin intrusos inoportunos. Todo obra para bien para los que amamos. ..

El Nacional

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