¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernández

Si viviera en Dominicana
Brasilia, Brasil. Si viviera en mi patria, yo también me hubiese vestido de verde esperanza, también estaría sumada a la multitud repitiendo consignas en demanda de respeto, equidad y justicia.

Ayer mi piel se puso de gallina al ver de verde tanta gente conocida y no conocida, gente de diferentes edades y diferentes niveles económicos.

Me hizo recordar mis años de estudiante y me puse feliz.

Sentí un despertar entre los dominicanos, parece que volvemos a ser el pueblo que se manifiesta, que lucha, que se une para protestar como en otros tiempos.

Siento que el dominicano comienza a salir de su confort individual y de nuevo se anima a moverse por causas comunes.

La de ayer no fue la única muestra, recordemos las manifestaciones por la educación y por recursos naturales y medio ambiente…

Si algún político anda buscando alguna tajada en esta manifestación poco me importa, los oportunistas están en todas partes, aprovechan lo más mínimo.
Si dejamos de manifestarnos por eso, estaríamos auto-limitando nuestros derechos estúpidamente.
Los políticos oportunistas siempre meterán la cuchara en todas partes. De nosotros dependerá si logran por eso comerse todo el pastel y esa es una discusión de verse en las urnas.

Si algún personaje de mala reputación social estuvo en la marcha es su asunto.

Protestar es un derecho de todos y el país nos pertenece a todos.
Cierto, el propósito del pueblo es uno y el de los políticos oportunistas y los de mala reputación es otro.

La demanda es justa y si dejamos de protestar estaríamos dejándole todo el terreno a ellos, estaríamos dándole nuestras fuerzas.

Vi muchas escenas pintorescas en esa marcha en contra de la impunidad, el dominicano protesta con entusiasmo y creatividad y eso estaba medio perdido.

Es de aprovechar todos los espacios para manifestar el dinamismo que llevamos dentro y ayer no tenía porque ser diferente.

Siento que esta marcha es solo el inicio, el empuje de un resurgir para decirle a unos cuantos que ya estamos “jartos” de tantos abusos y que la impunidad no será eterna.

El Nacional

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