¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernández

Venezolanos en dominicana
Brasilia. Brasil. La última vez que fui a mi amada dominicana me sorprendieron los chamos venezolanos en los parques, en las calles, en las ferias y en varios lugares. Hasta que no abren la boca no los identifico. Somos tan parecidos y con tantas características afines que nos confundimos. Las dos naciones fuimos pobladas por los taínos y en ambas naciones comemos sancocho, casabe y conservamos en nuestras raíces elementos que identifican la similitud de nuestro pasado.

En ningún país que visité encontré tanta similitud con el pueblo dominicano. En Venezuela, en las playas de la Isla Margarita te abordarán los yaniqueques y cuantos vendedores ambulantes puedas imaginar. Estar allí es como estar en Boca Chica o en cualquier playa dominicana. Por lo menos, eso sentí yo.

Dejando de lado la situación actual que vive Venezuela, ambos países tienen en común la gran diferencia social entre los más ricos y los muy pobres, la inseguridad de las calles y la gran influencia gringa en nuestras costumbres. Recuerdo que fue Venezuela el primer país al que fui a hacer turismo.

Aquello fue en los tiempos en los que aún no se había virado la torta, cuando eran miles de dominicanos que emigraban a la tierra de Bolivar en busca de mejor suerte. Por lo visto la mejor suerte fue encontrada y para muestra, aún siguen muchos dominicanos en Venezuela. Algunos tuvieron allí hijos y nietos.

Hoy muchos de esos emigrantes intentan volver y ahora nos encontramos en República Dominicana con venezolanos y domínico-venezolanos que necesitan encontrar mejor suerte en otro lugar. Nos toca ahora a los dominicanos acoger como igual nos han acogido en otros lugares.

Aunque no vivo en Dominicana veo desde lejos la situación. Noto que los chamos están en la televisión, en diversas empresas, en las calles vendiendo sus deliciosas arepas y donde quiera que encuentran oportunidad de trabajo. Veo que algunos han estado involucrados en actos delictivos como igual ha pasado con dominicanos que emigran.

En fin, mucho que hablar sobre el tema. Yo cuando vuelva a mi patria buscaré uno de esos buenos venezolanos que buscando mejor suerte nos han llevado su gastronomía. Será una delicia volver a comer sus arepas y cachapas.

El Nacional

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