Bruselas, Bélgica- Nos propusimos disfrutar al máximo la breve primavera, contentos de sentir que se fue al fin el prolongado invierno que este año pareció eterno en Bruselas y en muchos otros países fríos.
A lo lejos alcanzamos a ver un corazón hecho de tulipanes rojos, para acercarnos cruzamos por un camino de narcisos y jacintos, antes estuvimos caminando por un laberinto hecho de tulipanes de múltiples colores y descubrimos la gran diversidad de esta breve y hermosa flor que parece ser la reina de la primavera de Bélgica.
Era primero de mayo, fecha en que las flores están en plena floración, por fin brillaba un poco el sol y decidimos salir a visitar diversos eventos florales que cada año para la estación se celebran en Bruselas. Fuimos a Floralia, una exposición de flores que tiene lugar en los jardines del castillo de Grand Bigard. Lirios, hortensias, camelias, dalias, crisantemos, gladiolos, margaritas, rosas, orquídeas y muchas otras flores nos maravillaron en este espacio de 14 mil hectáreas.
Nuestro recorrido continuó en los invernaderos del Castillo de Laken, una gran obra de arte en la que el hombre se esmeró en sacar el máximo provecho a todas las maravillas que Dios creó. Solo por unas cuantas semanas al año se puede visitar este espacio encargado por el rey Leopolo II entre 1874 y 1895. En la visita logré ver especies que nunca antes imaginé existieran. Las filas eran largas y no era para menos. La belleza del lugar amerita la espera.
Salir a caminar por las calles de Bruselas es otra manera de continuar el recorrido. Las plazas, los parques, las rotondas, los balcones de las casas y diversos espacios públicos están decorados con flores de diversos colores. Buena manera de disfrutar al máximo la breve primavera de Bruselas.
Espero volver a vivir otras primaveras más largas en Dominicana con sol, framboyanes y otras flores tropicales incluídas. Mientras tanto disfruto al máximo la corta primavera que me toca.
