Opinión

Envasadoras de gas

Envasadoras de gas

Pese a que la Ley 358-5, data de septiembre de 2005, es ahora cuando se ha dejado sentir, a través de la licenciada Altagracia Paulino, directora ejecutiva del Instituto de Protección  de los Derechos del Consumidor (Proconsumidor).

Al igual que muchas otras legislaciones, a esta ley nadie le había hecho caso. El agiotismo, la especulación y las malas artes han predominado, y, como los más pobres no tienen quién les escriba, el comercio abusador vive haciendo su agosto, sin importarles la suerte de la mayoría de los dominicanos.

¿Qué ha pasado con las envasadoras de gas?

Sin una autoridad  responsable, han transitado  sin control, lo que les ha permitido enriquecerse ilícitamente. En nombre de las “bondades” del neoliberalismo, se han hecho ricos y más ricos, a expensas de la sangre y la vida de sus congéneres.

Paulino, con  amplio historial de lucha a favor de los consumidores y usuarios, ha decidido, desde  Proconsumidor, tomar al buey por los cuernos, y darle el frente al robo a los consumidores de gas licuado.

Ha comprobado, que de cada 10 galones de gas servidos, se quedan en los bolsillos de los envasadores 3 galones. Esta estafa no ha respetado a los pobres, que se benefician de un programa oficial llamado Bonogas.

 El reperpero no se ha hecho esperar, y  los dueños de envasadoras han puesto en acción su enorme  poderío, para arrinconar  y hacer destituir a la señora Paulino. En nuestro país, el poder político, no importa el partido que gobierne,  ha estado en manos de la oligarquía. Por eso el temor  de que esta vez suceda lo mismo. Ojalá que en la presente coyuntura no se repita la historia, y esta funcionaria sea fortalecida, en interés de proteger a  consumidores y usuarios.

Han llegado  a inventarse cosas para enfrentar a la directora de Proconsumidor con el director de Digenor. La reacción de ambos funcionarios ha sido correcta y han actuado con  ecuanimidad.

El engaño  va mucho más  allá del gas  propano. La directora de Proconsumidor, tiene que estar preparada y continuar su obra en otros bienes y servicios, encarecidos sin ninguna justificación.

No tengo la suerte de conocer personalmente a  Altagracia Paulino, pero lo que cuenta es nuestra disposición de ofrecerle incondicionalmente nuestro apoyo, como un dominicano, que sueña con un día en que las cosas comiencen a ser diferentes.

El Nacional

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