La XVII Feria Internacional del Libro concluye esta noche dejando tras de sí una experiencia: esa que le define como un evento que trasciende lo bibliográfico exclusivamente y le transforma en un masivo, y selecto, festival de arte popular y clásico.
Los espectáculos y exposiciones de arte han tenido un énfasis claro en la calidad de su cartelera artística y que permitió disfrutar de dos conciertos acústicos e inolvidables de Víctor Manuel (acompañado por su hijo al piano) y que evidenciaron la consistencia de su comprometida carrera con el amor y la justicia social, sin ser panfletario y manteniendose como una de las voces que mantuvieron su acento el ristre contra dictaduras, censuras y autoritarismos gubernamentales.
Tres homenajes
Tres espectáculos rindieron homenaje a Luis Terror Díaz, Bullumba Landestoy y la Canción Dominicana (Quisqueyana), todos en la sala principal del Teatro Nacional Eduardo Brito, la maestro Carlos Piantini. En el homeanje al compositor, cantautor Marel Alemany, interpretando los temas Incomprensión y Penita Contigo.
Acompañados de la Orquesta de la Música Dominicana, del Conservatorio Nacional de Música, bajo la dirección de Joan Jacobo, participaron Nathalie Hazin, Luis Armando Rivera, Carolina Solís y Merlis Camilo.
Quisqueyana fue el homenaje a la canción dominicana, en una producción que tuvo como figura central a Diomary La Mala y destacadas interpretaciones de Laura Lebrón, María del Mar y Vickiana, para ofrecer un espectáculo de orgullo nacional pleno.
