Honduras, país colonizado y pateado por el imperialismo estadounidense, tiene un gran parecido con el nuestro. Saqueado por mineras, bananeras, políticos y militares ladrones y criminales, más aun.
Un golpe para desplazar al presidente Zelaya que se unió al ALBA, inició reformas sociales e intentó convocar Constituyente Soberana –salvando lo específico- nos trae el recuerdo de Bosch; mientras tres fraudes en 8 años (Lobo, JOH y JOH) -montados sobre montañas de corrupción- nos pintan el balaguerato y la dictadura morada.
No tenemos bases gringas en nuestro territorio, pero sí en nuestras cercanías; amén de la tutoría de CIA, MAAG, FMI, BM; más importaciones de mafias, paramilitares y asesores en terrorismo de Estado, graduados en la Colombia.
En Honduras han sentado sus sucias y sangrientas nalgas carteles mexicanos de la droga (Sinaloa, Jalisco y los Z), el tenebroso Cartel del Valle de Colombia y otros más; todos con fuertes ramificaciones aquí e intensas conexiones militares, políticas y empresariales en ambos países.
Allá y aquí tenemos dictaduras constitucionales o institucionalizadas, solo que el gestor de ese modelo en Honduras se llama Partido Nacional y aquí Partido de la Liberación Dominicana.
Esto incluye un enorme poder mediático reproductor de mentiras, falsedades y silencios culpables…como también un sistema electoral instrumentalizado para imponerse con fraudes cuando los votos viciados por corruptelas, clientelismos y represión estatal no les alcanzan.
La reelección putrefacta es canon de gobernantes inescrupulosos, capaces de tragarse todos los tiburones podridos del Caribe. En Balaguer, Hipólito, Leonel y Danilo podemos encontrar los Lobo, JOH y comparsa. Ahora a Danilo le toca el rol, en pleno proceso de conversión de este Estado delincuente -asociado también a la lumpen burguesía transnacional y local- en dictadura mafiosa.
Dictadura a lo Macri en Argentina (mafia calabresa incluida), a lo Temer en Brasil, a lo Peña Nieto en México, a lo Paraguay y Colombia. Y a la que pronostica el pacto mafioso del presidente peruano con Fujimori. Todas con un fuerte tufo a Donald Trump. Fenómeno engendrado por el lumpen imperialismo y lumpen capitalismo de estos tiempos: más gansteril, parasitario, depredador, genocida y ecocida, que nunca antes.
Por eso tienen razón Zelaya, Nasrrala y los movimientos sociales de Honduras en llamar a la rebeldía contra el régimen de JOH.
Y tenemos razón aquí los que entendemos necesario hacer colapsar la dictadura morada antes de los comicios fraudulentos del 2020, proponiéndonos crear poder constituyente para sustituir el poder constituido en descomposición.