La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) destacó ayer la importancia del Decreto 408-10 mediante el cual el Poder ejecutivo autoriza a la administración tributaria dirigir el proceso de adaptación de las empresas a las formas jurídicas más utilizadas en los tiempos modernos.
En una declaración escrita, la DGII dijo que con la aplicación del referido decreto, la Administración Tributaria unificará los criterios y armonizará las regulaciones sobre las operaciones que implican el proceso de concentración empresarial que se encuentran, tanto en el Código Tributario Dominicano, como en la Ley No. 479-08 sobre Sociedades Comerciales y Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada.
Esto busca establecer un régimen fiscal coherente y uniforme a las mejores prácticas del quehacer tributario internacional.
Impuestos Internos explicó que las medidas contenidas en el Decreto 408-10 no generan ninguna carga tributaria adicional a las sociedades que se reorganizan, ya sea conformando consorcios o grupos de interés, o a través de fusiones, escisiones o transferencias de empresas vinculadas.
Agregó que por el contrario, la disposición garantiza la aplicación del principio de neutralidad fiscal, en este tipo de operaciones de reorganización empresarial; dicho principio estipula que las normas tributarias no deben convertirse en factores que afecten el comportamiento y la decisión de los agentes económicos para organizar su estructura.
Según la nota de la DGII, el Decreto establece que para transparentar las situaciones de hecho que se suscitan en las concentraciones empresariales, el Poder Ejecutivo define las operaciones y los procesos más relevantes, a fin de que el contribuyente cuente con los elementos conceptuales apropiados para comprender las derivaciones fiscales de los mismos y la discrecionalidad de la Administración Tributaria en la aplicación y recaudación de los tributos se limite en base a criterios objetivos.
Este elemento es muy valorado por las autoridades de la Dirección General de Impuestos Internos, ya que resalta una vez más la línea de la Administración Tributaria de transparentar su accionar frente a los contribuyentes, normando prácticas administrativas que se van implementado por la dinámica económica que imponen los mercados, a fin de evitar imprecisiones o ambigüedades en la interpretación de los hechos y utilización de formas jurídicas y las consecuencias fiscales de éstas, destacó la declaración.
Citó que en uno de sus Considerando el Decreto establece que si bien el Código Tributario trata las operaciones de reorganización empresarial siguiendo estándares normativos internacionales, este término no es necesariamente equivalente, en todo su alcance jurídico o económico, al de concentración empresarial, toda vez que la reorganización se refiere a los cambios jurídicos que se operan en las estructuras o figuras societarias o empresariales, mientras que la concentración alude al interés económico subyacente en la reorganización.
