Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Diciembre, bueno para alabar y otras cosas

“Para saber cómo es el camino más adelante, pregunta a los que regresan”.

Si fuese una situación inusual para mí, o tuviese una complejidad que requiriese de estudios profundos para dar con la respuesta, entonces se explicaría mi asombro ante ciertas y determinadas actitudes. Pero no, no hay nada nuevo, simplemente, la manifestación extrema del comportamiento del hombre común, atrapado en hechos, posiciones y situaciones que están muy por encima de su limitada capacidad.

 Pero, tanto da la gota en el cántaro hasta que le abre un hoyo y, de tanto nosotros vivir entre hienas y serpientes, logramos  conocer sus intenciones en el menor gesto que produzcan y no dude usted, que debido a esta cercanía con carroñeros, en determinado momento, actuemos o nos comportamos a su imagen y semejanza, ya que “tan cerca estoy de sus sombras, que de algún modo soy parte ellos”.

 Maldita sea. Y pensar que no hay atrás, la irrevocabilidad del pasado es innegable y lo único posible es continuar navegando entre dos báculos que tracen las paralelas que definan con claridad meridiana el camino correcto, esto es, el único que debiera existir, la ruta de los buenos principios y la moralidad. Tratando de mantener la esperanza del resurgir de las cosas buenas, aún sea sólo en nuestra imaginación, aunque no haya motivos en el horizonte que nos produzcan esa motivación.

 Muy a pesar de esta situación. Me agrada escuchar a un perverso teórico infuncional de nuevo cuño, de esos que brotan como mariposas en primavera y no pasan de dicha estación, porque como dice un proverbio árabe: los ojos de poco sirven si la mente es ciega. Lo escucho acompañado por otro corrupto manipulador, subalterno engreído, alocado por posiciones transitorias y por demás irrespetuosas, tuvieron la osadía de  manifestar que yo quería ser como Jesús, que predica en parábolas para no comprometerse.

 Y claro que es así, con la observación de que no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. Me alaba si en verdad puedo utilizar ese artificio como una analogía para que todos y cada uno degusten la parte del pastel que le corresponde.

 Mientras tanto, yo “brindo porque mis versos cual saetas lleguen hasta las grietas formadas de metal y de granito…” de esa bendita morena “que tiene un cuerpo muy bonito”.

 Por eso, esta tarde, es de “Convite” entre amigos, hermanos y amores, para dejar a los malvados a merced de la corriente cloacal y que se pierdan en las urdimbres de la maldad. Mientras buscamos a Neruda, y en “Los Almendros”, en Baní, con la rubia, la morena o ¿la trigueña?, entre una y otra fría, hacer silencio para solo escuchar; “inclinando en las tardes tiro mis tristes redes/ tus ojos oceánicos./…hago rojas señales sobre tus ojos ausentes/ que olean como el mar a la orilla de un faro”.

 Este es el detalle, por eso me gusta el mes de diciembre, porque “…se van tiñendo con tu amor mis palabras. Todo lo ocupas”. Amor, amistad y el querer, el triangulo mágico de la vida. Olvidemos los inútiles, arrogantes e ineptos y en estas fechas pascuales, fechas del señor, alabemos al altísimo y recordemos nuestros seres queridos.

 Y, hablando de eso, un saludo donde quiera que esté, a Miguel, el cojonudo; a Miguel el intelectual; al Miguel sin miedo; al Miguel amigo; al Miguel el eficiente, al honrado; al Miguel sin tacha; al Miguel rosca izquierda, en fin, un saludo respetuoso de hermano a un gran hombre y paradigma, al Miguel que se hizo respetar y que se hizo muy difícil de igualar. Un saludo fraternal para mí amigo, don Miguel Cocco, en el paraíso donde se encuentre. Orgullosamente, ¡Si señor!-

El Nacional

La Voz de Todos