Aun parezca una incongruencia, considero que cuando se tiene pleno conocimiento del bien es toda una tortura, ya que nos hace sentir en toda su magnitud lo fuerte que es el mal, el engaño, las distorsiones del discurso y las falsas poses a las cuales y a diario nos bombardean nuestros distinguidos y “honorables” políticos y funcionarios.
Cinco de siete renuncian de la Comisión de Veeduría del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), otras de tantas cosas creadas por las mentes prodigiosas de estos políticos para burlarse de los que en realidad buscan lo mejor para este pueblo, pero que un distinguido “honorable” la califica de “injusta”, asegurando que si hay algo que reina en este país es la “transparencia” y hasta le quita valor alguna a estas renuncias calificándolas de políticas. Quizás, por eso se busca con insistencia la desaparecida “transparencia”.
Y es posible que tenga toda la razón y estos renunciantes tengan una falsa percepción sobre cómo se está manejando el asunto en el INABIE, ya que en realidad en esa y todas las instituciones todo está más que claro, clarísimo, así lo dicen y proclaman a los cuatro vientos los responsables de las mismas… ¡M….!Solo un fétido olor producen estas aseveraciones, solo pena y dolor causan al no poder ponerle un tapón en las bocas a estos “dirigentes”. Es posible que por eso, la impotencia me tumba las ganas hasta de j…r.
Todo es un embrollo, una desgraciada oratoria que se ha quedado en lo teórico, en justificaciones pendejas para encubrir sus incapacidades, en muchos casos sus indelicadezas. Porque, además de que la mujer esa es “ciega”, en adición es sorda y muda y cuando se expresan por ella, brotan toda clase de argumentaciones sin que se produzcan las acciones que demandan los tiempos actuales. Es por eso que cada día crece más la mala percepción de los pendejos sobre los males que les acosan y es por esa misma razón, que cual tsunami, crece y arrasa con todo lo bueno el enrarecido clientelismo político, y ni decir del famoso blindaje y la impunidad. Claro, la “mujer” con su balanza permanece inmutable, tan muerta que siquiera ve los pilotos volar fuera de la jaula en la cual deberían de estar. Pero qué le vamos hacer, si hasta su propio jefe de siente orgulloso de ella.
Como expresa una vieja canción… “son palabras, solo palabras…palabras”, como esas ricuras expresadas por el jefe de una de las ¿Altas Cortes?, de garantizar la supremacía de la Constitución, -no sé si se refería al pedazo de papel aquel- de defender el orden constitucional y proteger las normas, principios y valores de la carta magna… ¡Bonita, bella, preciosa expresión! No más.
Palabras de fume usted y déjeme el cabo. Es un llamado a los pendejos a someterse a los Mandatos de la Constitución, como si tuvieran el poder para no hacerlo. Considero que debió dirigirse a los que sí tienen ese poder y lo ejercen a diario, la ultrajan, la violan, y la prostituyen, convirtiéndola en algo con menos valor que un bagazo de caña y nada pasa, comenzando por los principales que nos dirigen y gozan de privilegios y blindajes impenetrables, apoyados en ese mismo pedazo de papel que siquiera ningún Presidente ha respetado.
Estaré equivocado, quizás como siempre, y de ser así, entonces no hay que reprocharme, pero creo que es perentorio ponerles un alto a estos empleados de la gran empresa que se llama pueblo, pero que solo piensan en sus propios intereses y negocios, y llevan por nombre Políticos-Funcionarios, o viceversa, como quiera es el mismo desastre. ¡Si señor!
Twitter:@rafaelpiloto01
