Opinión

ESTO PIENSO, ESTO CREO

ESTO PIENSO, ESTO CREO

Buscar el punto de equilibrio entre el amor y el dolor

Porque… “Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”

Inmunizarnos contra los ataques arteros pero, no contra el amor. Inocularnos contra el veneno del enemigo pero, no contra el dolor que produce el divino amor. Disfrutar las cosas naturales, aquellas pequeñas cosas que nos hacen un mejor vivir, como dijo el filosofo Epicuro “el que no considera lo que tiene, la riqueza más grande es desdichado, aunque sea dueño del mundo”, porque para el hombre de bien, al decir de Diógenes, todos los días son de alegría y de regocijo. Todo esto, si ponemos como condición básica, el disfrute de la vida, el disfrute del amor, la lealtad  y la amistad.

 Y aún haya que pelear por el amor, hacerlo sin resabios y amargura, más bien, sin malos celos y resentimientos, acodándonos en este mes del amor y la amistad –aunque no quieran llamarlo así-, al cantar acoplado de Atahualpa Yupanqui en su “milonga del solitario” y decirle a quien quiere su amor que “el que me quiera ganar hai´tener buen parejero/. Yo me quitaré el sombrero, / porque así me han enseñao, / y me doy por bien pagao, / dentrando detrás del primero”.

 Aún así, si no se puede “todavía estoy vivo, pero estoy respirando apenas,… sus mejores días serán algunos de los peores de mi…Qué debo hacer cuando la mejor parte de mí siempre fuiste tú”. Nada, eso mismo, “buscar el punto de equilibrio” entre el amor, los bellos recuerdos y el dolor inmenso de no verte y sentir perderte.

 La pía marcha de ti, también se va acompañada de la esperanza, dejándonos solo la llegada tenebrosa del desamor y la nostalgia, la cual nos quiere sumergir en las oscuras sombras de la incertidumbre y el desgano, que pena.

 Dolorosa ha sido tu partida que acrecienta el amor y la firme convicción de que la ausencia no necesariamente signifique olvido. Y no tengo que buscar inspiración en nada ni nadie para vivir feliz, porque sólo tu recuerdo es poesía y bella melodía, que cual fresco manantial nacido en tu interior, irriga sin importar la distancia la tierra fértil de los buenos sentimientos y el eterno amor. Fuiste y eres en verdad una bella y hermosa realidad que día a día se agiganta.

 Eres mi parte y mi todo a pesar de tu ausencia y esa negación a dejar de verte y, sólo a ti te permito interrumpir mis pensamientos y mi diario quehacer. Podría decirte en este momento, como dijo Alejandro Dumas (padre) en su cuento “un baile de mascaras”; “cuando se trabaja sólo la mujer que se ama puede interrumpir a uno impunemente; pues, hasta cierto punto, siempre está ella de algún modo en el fondo de lo que se hace”.

 Quizás por todo esto, no me importa el lugar que ocupé en ti. Me conformo con estar en tus pensamientos  -si los tienes- y de así no ser, me plazco haber estado y seguir viéndote en cada rincón de la casa, de la cual nunca te has ido, aunque no estés físicamente presente.

 Soy agradecido del tiempo y el amor que me diste y, como dice Pablo Cohelo que “la dignidad de la gente no se mide por las personas que uno tiene a su alrededor cuando está en la cima del éxito, sino por la capacidad de no olvidar las manos que te tendieron cuando más lo necesitaba”, es que te reitero, amor de mis amores, que soy agradecido y ninguna mujer sobre la tierra podrá ocupar tu lugar.

 Sólo te pido “imagina que no me conoces/ y ven a buscarme./ Imagina que nunca en tu vida/ me diste un abrazo…Imagina que tengo esperando las manos abiertas/…Imaginas…tengo el alma pendiente/ si pasas a verme en la noche/ y me curo los días pensando que es bueno olvidarte./ Imagina todo este dolor/… Imagina que el tiempo perdido/ no sabe de ausencia/ que el engaño y la melancolía/ no han dejado huella/ imagina que vivo esperando/ mirarte a los ojos, hablarte bajito/ durmiendo en la tarde/ imagina que no me conoces/ y ven a buscarme.

 Caramba, madre, “porque faltas si me quiero destruir”, mama, yo te amo. “Porque todo el tiempo te quisiera ver”, mamaaaa yo te amooooooooo. ¡Si señor!.

El Nacional

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