PUERTO PRINCIPE. AP. El campamento Corail-Cesselesse era la joya del operativo de asistencia en Haití luego del terremoto de enero: un complejo organizado sobre un terreno aplanado, con filas ordenadas de miles de carpas que supuestamente eran resistentes a los huracanes.
Ahora, cuando el huracán Tomás llegaría esta semana a la región, el gobierno haitiano dice que el campamento no es seguro. El martes, recomendó a los cerca de 7.850 residentes capear la tormenta en otro lugar.
“Le estamos pidiendo a la gente en Corail que se traslade de donde está en forma voluntaria y vaya a las casas de amigos o familiares, dijo el funcionario de protección civil Abel Nazaire a The Associated Press. “Los lugares que el gobierno designó son iglesias y escuelas que están disponibles para servir como refugios de la tormenta”.
Tomás tenía intensidad de huracán el fin de semana, pero la mañana del miércoles se debilitó hasta ser una depresión tropical, con vientos máximos sostenidos de 55 kph (35 mph).
“Esta tendencia a corto plazo es un poco extraña en este momento”, dijo el especialista en huracanes Dave Roberts, del Centro Nacional de Huracanes estadounidense. “Esperábamos que al menos mantuviera fuerza de tormenta tropical, pero realmente se ha debilitado en forma considerable”.
La depresión, que el centro dijo era desorganizada, estaba 660 kilómetros (410 millas) al suroeste de Puerto Príncipe y se desplazaba al oeste-noroeste a 7 kph (5 mph).
