¿Qué Pasa?

¿Existe la depresión navideña?

¿Existe la depresión navideña?

Aunque sea difícil de creer, no todos disfrutamos de estas fiestas de Navidad y Año Nuevo con alegría y entusiasmo. En realidad existe la mencionada depresión navideña y es la que hace que algunas personas en esta época, se sumerjan en una profunda tristeza.

La Navidad es probablemente una de las épocas del año en que más se experimenta la depresión –explica la doctora Marcela Musa, médico psiquiatra y psicoterapeuta- quien agrega que para muchas personas esta época es sinónimo de tristeza, lo que choca a muchos que lo ven fuera de lugar.

Para quienes experimentan depresión navideña, este es un tiempo en el que afloran las tristezas, la pérdida de la capacidad de disfrute, desesperanza, pesadumbre, irritabilidad, cansancio excesivo, diversos síntomas qué hacen que en verdad la pasen muy mal, y para colmo se sienten obligados a participar en actividades a las cuales no quieren asistir y en las que se sienten solos y poco comprendidos por las personas que les rodean.

“La depresión durante esta temporada de festividad es una experiencia que para estas personas se repite cada año, desde noviembre, los médicos psiquiatras comenzamos a recibir pacientes que se deprimen solo para esta época del año. Es por lo que mucho de nosotros no tomamos vacaciones en esta época”, dijo.

La terapeuta afirma que esto no pasa solo con los pacientes depresivos, también los pacientes ansiosos, los que padecen de trastornos bipolares e incluso esquizofrenia, la Navidad es un tiempo donde muchos pacientes recaen, ya sea por la fecha que es un estrés muy fuerte o porque simplemente dejan de seguir su tratamiento.

“Diciembre es un mes donde muchos tienen por costumbre pasar balance de cómo fue su año, realizan una especie de recuento de metas y objetivos, se hace una especie valoración de las ganancias y las pérdidas en todos los sentidos, un resultado negativo de las mismas, pudiera pasar balance su salud mental”, agregó.

Qué la provoca

Las causas de la depresión navideña pueden ser variadas. De hecho, son bastante similares a las depresiones asociadas a otras celebraciones del año como el Día de la Madre, Día del Padre, Día de los Enamorados o cualquier otra fecha significativa.

Este es un tiempo doloroso para quienes perdieron un familiar, un ser amado, una ruptura de pareja, un divorcio, la distancia ya sea tanto física como emocional de un ser querido, la pérdida de un empleo.

Las redes sociales, son influyentes porque por lo general las personas publican solamente aquellos momentos en los cuales están felices, esto hace que aquel que tiene tendencia deprimirse en Navidad, se entristezca más, haciendo una comparación de su vida con la “felicidad aparente” de los demás.

“También, pudiéramos decir que biológicamente hablando los días de invierno son más corto, con horas de oscuridad más largas y esto causa un aumento en los niveles de melatonina, que está asociada con el sueño.

Nuestro organismo produce melatonina en mayores cantidades cuando hay oscuridad o cuando los días son más cortos, produciendo sensación de cansancio y letargo en las personas, esto produce un efecto devastador en el ánimo, llevando a crear condiciones biológicas para la depresión”, agregó.

¡Arriba, a superarla!

La profesional que tiene su consulta en el Centro Vida y Familia, dice que para superar una depresión navideña, es importante reconocer que estamos presentando síntomas .

En ocasiones podemos salir solos de la misma, ya que esta mejora, varias semanas luego de finalizar el año, pero siempre es importante entender que esta afección debe ser diagnosticada por un especialista.

Bajo ningún concepto es recomendable que la persona se automedique, o que utilice medicamentos que se le han indicado a otra persona, porque el tratamiento de la depresión debe ser bajo supervisión médica y por lo general es individualizado.

UN APUNTE

Una tortura

El hecho de que la Navidad no sea una celebración de un día, sino una época del año rodeada de fiestas y celebraciones por doquier, puede ser, para el individuo afectado, una verdadera tortura, dijo la terapeuta. Hay cenas donde se reactivan conflictos, otros motivos son problemas económicos y el no poder cubrir las necesidades básicas o por el contrario el gastar de forma desmedida.